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Figuras. Entrevistas de la escena

FIGURAS

PETRA MARTÍNEZ & JUAN MARGALLO

Petra Martínez. Linares, 1944. Dramaturga y actriz.

Juan Margallo. Cáceres, 1940. Dramaturgo, director y actor.

(43’52’’)

Hay parejas predestinadas a compartir camino vital como auténticos compañeros, sin que prevalezca el afán de protagonismo de cada uno, por más que se dediquen a las artes. Petra Martínez y Juan Margallo pueden presumir de ser una de ellas. Llegaron al mundo de la interpretación por senderos muy diferentes, pero cuando coincidieron como alumnos en el Teatro Estudio de Madrid (la mítica escuela liderada por William Layton, su gran maestro), iniciaron una trayectoria escénica común que aún continúa. A veces, solo a veces, emprenden proyectos por separado, en la mayoría de los casos vinculados con el cine o la televisión; sin embargo, sobre las tablas disfrutan estando solos, enriqueciendo entre ambos las obras que suben a escena y que tantos premios y reconocimientos les han procurado. Porque a Petra Martínez y a Juan Margallo la edad no les ha pasado factura: siguen amando su oficio y manteniendo las mismas ganas de jugar que cuando pisaron por primera vez un escenario.

  • Fecha: 26 de octubre de 2022
  • Lugar: Las Naves del Español en Matadero
  • Duración: 43’52’’
  • Operador de cámara: Víctor Camargo
  • Realización y edición: Ana Lillo
  • Entrevista realizada por: Rosa Alvares

Créditos de fotografías

  • Gyenes, Fernando Suárez, Ana Llorente, Antonio Narváez, Chicho, Bielva, Lipnitzki, Alfredo, Beltrán. Fotos del archivo personal de Juan Margallo y Petra Martínez.

Créditos de los vídeos

  • Premios Feroz 2022.

Créditos de las músicas

  • Love Song (Never Letting Go) Tim McMorris / xaphoon by Apoxode (c) copyright 2021 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. Ft: Joel Frijters / Coocking Show Backround Music AGsoundtrax / Sunny Days by Martijn de Boer (NiGiD) (c) copyright 2014 Licensed under a Creative Commons Attribution Noncommercial (3.0) license. Ft: Stefan Kartenberg (JeffSpeed68) / Documentary Musica Icentury

Agradecimientos

  • Asociación de Informadores Cinematográficos de España.

Uno más uno, infinito

Cuando Petra Martínez (Linares, 1944) acudió a ver Calígula, allá por 1963, quedó encantada no solo por la actuación de José María Rodero, sino por las estupendas piernas que tenía el jovencísimo Escipión, al que daba vida un actor que no conocía. Quién le iba a decir a ella que, años después, se casaría con él en Gibraltar, tendrían dos hijos y una exitosa carrera escénica en común. La interpretación no estaba siquiera en sus planes: trabajaba como secretaria con un alto nivel de inglés, fruto de una estancia en Londres donde, por cierto, comenzó a leer literatura dramática para aprender con más facilidad la lengua de Shakespeare. La suya era una familia numerosa de clase media, una de tantas que habían perdido la guerra. “No teníamos casi nada, pero estábamos llenos de imaginación. Desde muy pequeña, los sábados iba a los cines de mi barrio con mis hermanos. Y yo no podía ni imaginar que las personas corrientes pudieran ser actores y actrices, como los que salían en la pantalla”, rememora Petra. El encuentro casual con el rodaje de la película Megatrón Yeyé en plena Gran Vía madrileña hizo que se acercara a alguien del equipo para preguntarle dónde podía aprender a hacer teatro. “En una escuela que hay en Barquillo 32” fue su respuesta. Ese fue el inicio de su carrera artística, de la mano de William Layton, el maestro de maestros que creó el mítico Teatro Estudio de Madrid.

El niño Juan Margallo (Cáceres, 1940) soñaba con dedicarse al espectáculo, aunque nacer en una familia de militares no parecía la mejor vía para conseguirlo. No era un buen estudiante, así que su padre veía que su futuro pasaba por ingresar en la Academia Militar; por eso, le metió en la mili siendo solo un adolescente. Años trepidantes para Margallo, que acumularía en su currículum vital experiencias tan sugerentes como unirse al TEU de Cáceres, ser ayudante de un mago, ejercer de caricato y hasta de prestidigitador…. Cuando se presentó al examen de ingreso en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, su marcado acento extremeño hizo que los miembros del jurado no entendieran ni una palabra de su prueba. Lejos de suspenderlo, le instaron a que se regresara a la siguiente convocatoria, que logró aprobar. Con todo, conseguiría su título ¡30 años después! Pronto llegaría su oportunidad de debutar en el llamado teatro comercial: “Héteme a mí, en el Teatro María Guerrero, diciendo mi primera frase como profesional: ‘Las palomas vuelan como volaban después del Diluvio, separadas’”. Trabajó a las órdenes de José Luis Alonso, José Tamayo, Luis Escobar, Miguel Narros… Y William Layton entró en su vida como figura imprescindible en su formación actoral, para ofrecerle protagonizar una de sus obras preferidas, Historias del zoo… y la posibilidad de conocer a una aprendiza de actriz que reconoció en él a aquel Escipión de piernas bonitas.

Petra Martínez y Juan Margallo emprendieron la aventura del Teatro Independiente (TI) con la creación del grupo Tábano: una burbuja de cierta libertad creativa en medio del erial que suponía la escena comercial sometida a la férrea censura franquista, aunque ellos también sufrieron sus consecuencias. “Con todo, la recuerdo como una de las épocas más divertidas”, dice la actriz. Aquella escena más libre y comprometida constituía un espacio de debate de ideas y participación imposible de encontrar en la política. “El Teatro Independiente era la única esfera donde podía producirse complicidad con el público”, afirman ambos. Como creadores, les permitía hacer propuestas colectivas. Ese espíritu grupal iba más allá de las tablas, llegando a convivir numerosos miembros de Tábano en el pequeño piso de Petra y Juan, que ya habían formado su propia familia. La pareja asegura que, “cuando eran hippies” y parte del mítico grupo, vivieron experiencias tan potentes como el estreno de Castañuela 70, que les valió el éxito de público, pero también la ira de la censura (que acabó prohibiendo la obra). También las giras por Europa y Latinoamérica actuando para la emigración económica y política: “Solíamos dormir en casa de inmigrantes. Si los organizadores no habían conseguido suficientes camas entre ellos, al final de la función se pedía si alguien podía alojarnos. Siempre se solucionaba”.

Pero como todo llega a su fin y, según apunta Margallo, “hay etapas en las que conviene airearse”, abandonaron Tábano para crear su grupo, El Búho, y ser protagonistas de su propia visión del teatro. Una nueva etapa en la que también vivieron momentos complicados, con bomba incluida en la Sala Villarroel de Barcelona mientras representaban La sangre y la ceniza. Y es que, entre las grandes cualidades de ambos, siempre ha figurado su compromiso ético y social que hizo participar a Margallo en la llamada Comisión de los Once y apoyar la sonada huelga de actores de 1975.

Su primera aventura de teatro estable llegó con El Gayo Vallecano, con sala propia en el popular barrio madrileño de Vallecas. Siete años duró este fecundo proyecto (donde Margallo y Martínez eran desde intérpretes a limpiadores) cuya programación incluía, además de espectáculos, conciertos, clases de improvisación, talleres de fotografía y teatro para niños. Con un presupuesto exiguo, no hubo posibilidad de seguir adelante: “Tuvimos que dejarlo porque nosotros también queríamos hacer teatro”. Inasequibles al desaliento, en 1985 decidieron crear una nueva compañía, Uroc Teatro que, de algún modo, pervive. Con ella han podido ser sus propios jefes y apostar por una escena en la que resultan mucho más que actores, ya que, en la mayoría de los casos, son autores de los textos y directores de sus propios montajes, aunque en ocasiones, otro miembro de la familia (su hija Olga) toma la batuta para dirigir al matrimonio.

Cerca de 60 años juntos han dado mucho de sí en la carrera de estos dos artistas. Tanto que han tenido tiempo para triunfar asimismo en otros ámbitos interpretativos, como el cine o la televisión, con trabajos tan aplaudidos como Barrio Sésamo [www.rtve.es/play/videos/barrio-sesamo/caponata-perezgil-04-02-1980/5824452/], Campeones o La que se avecina, así como papeles que han propiciado el cariño del público y la crítica. También han recibido reconocimientos como el Premio Nacional de Teatro, la Medalla al Mérito de las Bellas Artes y otros galardones como el Max o el Goya… Petra Martínez y Juan Margallo se han hecho mayores jugando a ser otros porque uno más uno son infinitos personajes. Sin embargo, cuando los tenemos frente a frente, no podemos evitar ver a aquellos jóvenes que acudían a desentrañar el arte de la interpretación bajo la atenta mirada de Layton. Sin duda, el maestro estaría muy orgulloso de ambos.

Por Rosa Alvares

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