Escena II

Cipión

Avergonzaos, varones esforzados, porque, a nuestro pesar, con arrogancia, tan pocos españoles y encerrados defiendan este nido de Numancia.

Dieciséis años son y más pasados que mantienen la guerra y la ganancia de haber vencido con feroces manos millares de millares de romanos.

Coro todos

Ínclito general Cipión,

Numantina 8

daré principio a lo que somos venidos.

Numancia, de quien somos ciudadanos a ti nos envía,

Numantinas

como al más fuerte capitán romano

Numantino 5

que ha cubierto la noche y visto el día,

Numantinas

a pedirte, señor, la amiga mano

Numantinos 2,4,5

en señal de que cesa la porfía

Numantinas

tan trabada y cruel de tantos años,

Numantinos todos

que ha causado sus propios y tus daños.

Numantinas

No imagines que temor nos lleve a pedirte las paces con instancia.

Numantinos 2,4,5

Tu virtud y valor es quien nos atrae y nos declara

Numantinas

que será ganancia mayor

Numantinos 2,4,5

que cuantas podemos desear,

Numantinos todos

si por señor y amigo te tenemos.

Cipión

¡Tarde dais la muestra de arrepentidos!

Poco me satisface vuestra amistad.

A desvergüenza de tan largos años es poca recompensa pedir paces.

Seguid la guerra y renovad los daños.

Salgan de nuevo las valientes haces.

Numantinas

Advierte lo que haces, señor, que esa arrogancia que nos  muestras

Numantino 2,4,5

remunera el valor en nuestras diestras.

Numantinas

Entonces verás lo que podremos cuando nos muestres tú lo que pudieres,

Numantinos todos

que una cosa es razonar de paces y otra romper por las  armadas haces.

Cipión

Verdad decís. Y así, para mostraros si sé tratar en paz y hablar en guerra, no os quiero aceptar por amigos ni lo seré jamás de vuestra tierra.

Numantinos todos

¿Que en esto, señor, se encierra tu querer?

Pues, ¡sus!, al hecho, que el numantino pecho ama la guerra.

Empleado

Numancia es la única que ahora ha sacado fuera la luciente espada, y a costa de su sangre ha mantenido su amada libertad.

Mas, ¡ay!, que veo cumplido el término, llegada ya la hora postrimera.

Teógenes

El ancho foso nos estorba el medio de probar con las armas la ventura, nos tienen encerrados los romanos y nos destruyen con cobardes manos.

Ni hay vengarnos con morir matando, ni podemos sin alas escaparnos.

Numantinos todos

Mirad si imagináis algún remedio para salir de tanta desventura,

Teógenes

porque este largo y trabajoso asedio

Numantinos todos

sólo promete presta sepultura.

Teógenes

Pues en tales términos nos vemos

Numantinas

que estamos encerrados como ovejas,

Numantinos

hagamos todo cuanto podemos hacer

Numantinos todos

para mostrar los ánimos osados.

Teógenes

Sea por el foso o por la muerte, tenemos que abrir paso a nuestra vida,

Numantinas

que es dolor insufrible el de la muerte

Numantinos

si llega cuando más vive la vida.

Teógenes

Si se acrecientan las miserias con la vida,

Numantinas

el remedio es la muerte.

Numantinos

¿Con qué más honra pueden nuestras almas apartarse de nuestros cuerpos,

Teógenes

que arrojarse en las romanas haces

Numantinos

y mover las fuerzas diestras en su daño?

Numantinas

Y en la ciudad podrá muy bien quedarse quien gusta dar muestras de cobarde.

Teógenes

También será acertado que Marquino mire qué estrella,

Numantinas

o qué planeta

Numantinos todos

o signo nos amenaza a muerte,

Teógenes

que nos pueda mostrar si del dudoso cerco cruel, do estamos oprimidos, saldremos vencedores

Numantinas

o vencidos,

Numantinos todo

¡pues Marquino es un agorero tan famoso!