2. PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN

Se ha aceptado como una verdad indiscutible que la producción y distribución en el teatro español de los últimos 30 años estaban en manos femeninas, y las siguientes líneas, aunque éste no es el objeto del presente apartado, tratan de clarificar esta afirmación. En primer lugar, conviene aclarar el término que ha podido inducir a error: se trata de la denominación de “productor” y su doble acepción. Hablamos en primer lugar de la persona que pone en marcha un proyecto, compaginando la viabilidad económica y el resultado artístico, y que, en definitiva, es el responsable de la organización y coordinación del trabajo de la compañía o empresa. Esta denominación es sinónima de “empresario” o “director de compañía”, rol, por otra parte, compatible con la de autor, director e, incluso, primer actor. Junto a esta figura aparece el denominado “productor ejecutivo”, que, en los espectáculos de artes escénicas, se refiere a la persona o grupo de personas que, dentro de un núcleo de producción, desarrollan el proyecto diseñado por el responsable del mismo.

Una mirada a FAETEDA. Veinte años 1996-2016 muestra que esta Federación Estatal de Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza, que engloba a 16 asociaciones de empresas profesionales productoras de teatro y danza de todo el Estado español, arroja datos muy significativos: de los casi 350 núcleos de producción que se mencionan, tengan forma de compañía, empresa o grupo empresarial, en casi 200 de ellos figura un hombre al frente del mismo, mientras que esta cantidad se reduce a casi la mitad cuando se trata de mujeres, al margen de los 13 núcleos mixtos y de los 21 de los que no aparece información. Aunque se trata de datos que requieren muchas matizaciones, como que no todas las empresas profesionales que desarrollan su actividad en el territorio español pertenecen a esta Federación o que el nombre que figura no es el del responsable real de la empresa, por sólo citar alguna de ellas, sí nos sirve como ejemplo y permite afirmar que también en el sector de la producción se produce una presencia masculina más destacada.

Otro tema, como demuestran las siguientes estadísticas, es el de las producciones ejecutivas, que sí recaen mayoritariamente en manos femeninas. Este dato se ve reforzado cuando se analiza los equipos organizativos de las 16 ferias (Fernández, 2018: 11), de un espacio escénico (Holgueras y Gallego, 1995: 18) o un número determinado de espectáculos de la escena barcelonesa (DONA’m ESCENA). Creemos que en la confusión de estas dos acepciones, que responde a realidades diferentes, está el origen del error, error que puede encontrar su explicación en otro hecho: la frecuente unión de la producción (generalmente, ejecutiva) y la distribución en una misma persona. Y sobre este último rol, sí hay cifras que demuestran el mayor peso cuantitativo de la mujer en él. El informe de Fernández (2018, 8-9) al que hemos aludido más arriba, descubre, a partir de los 403 espectáculos presentados en la programación de 12 Ferias de Artes Escénicas en 2016, y en los que participaron 3.917 profesionales, que el porcentaje de mujeres en labores de distribución es del 36%, frente al 22% de hombres, porcentajes a los que habría que sumar aquellos casos en que no se especifica (17%) o figura como colectivas (25%).

En Andalucía, especialmente vinculada a la distribución, hay que destacar la figura de Elena Carrascal [fig. 1], quien comenzó su andadura en las artes escénicas como actriz en Atalaya, compañía con la que también se inició en el terreno de la producción y distribución a partir de 2003. Tres años más tarde crea “8co80 gestión cultural”, empresa pionera en Andalucía en potenciar el fortalecimiento del tejido artístico emergente. Su empresa, rebautizada recientemente como “Elena Carrascal. Impulso*Distribución”, es responsable de la difusión del trabajo de compañías como Funamviolistas, Marco Vargas & Chloé Brûlé, Choni Cía Flamenca, Excéntrica Producciones, Tresperté, Ludo Circus Show, La Banda de Otro, Lamedina Es, Marzo Producciones, etc. Actualmente “Impulso*Distribución” es referente en las artes escénicas no sólo en Andalucía sino también a nivel nacional, y ello debido a su manera de entender la distribución como parte fundamental (Impulso) del hecho artístico desde el inicio del proceso creativo⁴.

En el ámbito andaluz, pero también en el nacional, destaca, igualmente, la productora y distribuidora Nines Carrascal [fig. 2], quien inició su trayectoria profesional en 1995 vinculada a Histrión Teatro, con la que ha producido más de una veintena de espectáculos entre los que resaltaría Juana, la reina que no quiso reinar [fig. 3] y Lorca, la correspondencia personal. Su trabajo se sustenta en alcanzar el difícil equilibrio entre la creatividad y la gestión eficiente. En 2002 creó Escena Distribución Granada, que le permite trabajar con compañías como Chapitô, Johan Lorbeer, La Líquida o El Gran Dimitri, además de realizar otras labores de gestión⁵. Creo no equivocarme si afirmo que su trabajo se rige por el “tesón, compromiso, ilusión, adaptación y teatro”, que han marcado su quehacer en Histrión.

Hablar de Teatro del Temple es hablar de Aragón, y, en el caso que nos ocupa, de María López [fig. 4], quien, desde 2004, es gerente y socia de la compañía, empresa con 25 años de trayectoria que desarrolla su actividad en el campo de la producción y de la distribución, y que cuenta con destacados espectáculos en su haber. Además, y muy importante, es socia fundadora y gerente del Teatro de las Esquinas, proyecto en el que confluyen la titularidad pública y la gestión privada. Junto a estas facetas, habría que señalar su disponibilidad a asumir responsabilidades en la organización de la vida asociativa del sector: actualmente ostenta la presidencia de ARES, asociación de empresarios escénicos aragoneses, y la tesorería en FAETEDA. María López se enorgullece de su participación activa en la dinamización y mejora el sector a través de las dos asociaciones sectoriales en las que colabora; de la creación, tanto en la compañía como en el teatro, de equipos de trabajo estables en la gestión y administración y, siempre que ha sido posible, en la parte artística; de sus esfuerzos por afianzar una compañía independiente y estable, y por la puesta en funcionamiento del espacio escénico de Las Esquinas (Documento remitido a la autora de estas líneas el 22/5/2018). En esta relación de profesionales aragonesas vinculadas a la producción y distribución no puedo obviar a Raquel Anadón, que reparte sus esfuerzos entre Che y Moche y el Teatro de las Esquinas; Cristina Yánez, codirectora a Tranvía Teatro y Teatro de la Estación, y Pepa Marteles, durante años vinculada al Departamento de Distribución y nuevos públicos en el extinto Centro Dramático de Aragón y ahora inmersa en proyectos de COFAE (Coordinadora de Ferias del Artes Escénicas).

Al revisar el panorama escénico de Castilla-La Mancha, nuestra mirada, necesariamente, debe fijarse en Marta Torres [fig. 5], cofundadora de la compañía Teatro de Malta en 1988, pero que, desde 1994, cuando alcanzó la plena profesionalización, se ha convertido en su alma mater: autora y directora de los espectáculos, además de productora. La compañía que, en estos casi 25 años de trayectoria ha circulado por diversos caminos y tendencias, en la última década ha cosechado el respeto del público y la crítica con sus trabajos para la infancia y la juventud, entre los que destacaríamos Alegría, palabra de Gloria Fuertes [fig. 6] y Alberti, un mar de versos. La decisión de apostar por este tipo de producción se basa en la creencia de que “Los primeros contactos con el arte son definitivos para favorecer el gusto por él, por eso hemos cuidado los elementos plásticos de complementación hasta lograr un espectáculo sugerente, sorpresivo, melódico, lúdico y reflexivo”. Junto a esta actividad artística y de producción con Teatro de Malta, Torres desarrolla una intensa actividad en diversas organizaciones sectoriales e instituciones de carácter cultural destinadas a la promoción y el desarrollo de las artes escénicas. Preside ESCENOCAM (Asociación de Compañías Profesionales de Artes Escénicas de Castilla-La Mancha), forma parte de la Junta Directiva de FAETEDA, y es vicepresidenta de la Academia de Artes Escénicas de España y de ASSITEJ (Asociación de Teatro para la infancia y la juventud). Los motivos que la han llevado a involucrarse tan activamente en esas asociaciones que contribuyen a modular los diferentes sectores escénicos y, en definitiva, el teatro español, los explica del siguiente modo:

Actualmente me parece imprescindible trabajar en instituciones de carácter cultural para poner en valor el interés de la creación artística y su estimación de servicio público. Mi participación en organizaciones de carácter sectorial la empuja el interés en poner en marcha proyectos que diagnostiquen la realidad de la actividad escénica, para así poder proponer acciones y políticas que contrarresten la actual tendencia hacia una oferta que no requiera de inversión pública, y que propicien las condiciones necesarias que permitan mantener un tejido empresarial en el que desarrollar la actividad artística en todas las Comunidades. (Documento enviado a la autora de estas páginas el 25/5/2018).

El rico panorama escénico catalán, al igual que el madrileño, nos ha obligado a un enorme esfuerzo de selección, de contraste de trayectorias, de sopesar su mayor visibilidad fuera de su propia comunidad autónoma y de su enraizamiento más profundo con el teatro por encima de otras artes escénicas. No creemos haber errado al seleccionar a Anna Rosa Cisquella [fig. 7], cuyos inicios se hallan en el terreno de la interpretación hasta que, en 1985 y tras 10 años de relación con Dagoll Dagom [fig. 8], pasa a dedicarse a la dramaturgia, a la coordinación de diferentes aspectos artísticos y técnicos y a la producción de esta compañía indispensable para comprender el devenir del teatro español del último medio siglo. Como elemento medular de esta empresa señala

Nuestros objetivos como compañía eran recuperar el teatro musical de creación propia, pero, sobre todo, volver a acercar al gran público a las plateas con espectáculos populares donde cultura y entretenimiento no fueran conceptos enfrentados. Creo que hemos cumplido este objetivo con más de 30 espectáculos, 7.213 representaciones y 4.420.000 espectadores. (Escrito enviado a la autora de estas líneas el 28/5/2018).

Por otra parte, desde el ámbito laboral valora el hecho de que Dagoll Dagom haya contratado a más de 1.200 actores, músicos, técnicos, etc., pero también por

[…] haber contribuido al sostenimiento del proyecto de nuestra compañía mejorando y avanzando en temas como planes de viabilidad de los espectáculos y estrategias de marketing y comunicación, conceptos que en el mundo teatral parecían entrar en contradicción con la autenticidad artística de los creadores. Durante muchos años este prejuicio hizo que grandes espectáculos y fantásticas compañías desaparecieran por una voluntad de alejamiento del tabú de la “comercialidad”, palabra para mí siempre mal interpretada y mal entendida. (Ibidem).

Además, desde 1986 forma parte del Consejo de Gestión de la empresa 3XTR3S (Anexa, Tricicle y Dagoll Dagom), que gestiona y programa los Teatros Victoria y Poliorama de Barcelona. Hasta 2017, y durante casi 20 años, estuvo al frente de CIATRE (Asociación de compañías de teatro profesional de Catalunya), desde donde ha trabajado por la mejora y dignificación del sector.

Bajo coordenadas diferentes se encuadra el trabajo de Marta Oliveres [fig. 9], quien comenzó su trayectoria en los años 80 en labores de producción y distribución con Els Comediants y como tour manager con Fura dels Baus. Al iniciarse la década siguiente, decidió, desde la empresa Martelli, aplicar su experiencia y conocimientos a los artistas emergentes carentes de estructura administrativa. Con posterioridad, fundó MOM (Marta Oliveres management)/ELVIVERO, empresa con la que, hasta 2016, ha desarrollado tareas de administración, distribución y difusión en el ámbito nacional e internacional con artistas del panorama catalán, y que cuenta con dos áreas de gestión: MOM se dedica a la distribución nacional e internacional y, esporádicamente, a la producción en compañías como Playground, Sociedad Doctor Alonso, Marcel.lí Antúnez o Carles Santos. En cambio, El Vivero es una plataforma de gestión de artistas de diferentes disciplinas y lenguajes. No se trata de una productora al uso: se parte de la colaboración entre el productor y el artista, quienes constituyen un mismo equipo de gestión. Esta plataforma es la estructura empresarial de los artistas Sergi Faustino, Marta Galán, Sonia Gómez o Nico Baixas. Además de los mencionados, de una u otra forma, el nombre de Marta Oliveres ha aparecido unido a compañías como Prisamata, Animal Religion o Heart Break Hotel, y a creadores tales como David Espinosa o Pablo Esbert. Marta Oliveres⁶ definía su empresa con estas palabras: “No somos una industria cultural al por mayor, somos artesanos del arte y la cultura “especializados” en tendencias artísticas muy específicas. También en descubrir y promover artistas emergentes” (nowperformingarts.eu/index.php/2016/06/02/momel-vivero-es).

Con una formación y actividad inicial como intérprete, a las órdenes de J. M. Mestres, A.Rigola, P.Mir o Marc Martínez, y con incursiones en la dirección de escena y en la dramaturgia, la trayectoria de Merçé Puy [fig. 10] se desarrolla, al margen de una intensa actividad como docente, en el campo de la gestión, y más concretamente de la producción. En 1996, se creó Vania Producions [fig. 11], empresa que cuenta con cuatro áreas, nítidamente diferenciadas: la producción ejecutiva, la distribución nacional e internacional, el management de compañías y artistas, y la producción y organización de eventos culturales. Merçé Puy, además, participó en la gestión del teatro Lara de Madrid entre 2008 y 2010. Esta profesional, que siempre ha desarrollado su labor desde la empresa privada, ha sentido una clara predilección por la comedia y los espectáculos de humor que atraen a públicos amplios, lo que no le ha impedido abordar la producción ejecutiva de espectáculos que denominaríamos “de riesgo”, por lo que no nos resulta extraño que, en un debate sobre el estado de las artes escénicas, afirmara que “El teatro es un negocio de alto riesgo, como jugar a la Bolsa, puedes tener una intuición, pero nunca sabes al 100% si va a funcionar” (elpais.com/diario/2011/02/14/catalunya/1297649258_850215.html), lo que demuestra su amplio conocimiento del medio escénico, en el que nunca se puede dar el éxito por seguro, por mucho que todos sus componentes (texto, intérpretes, etc.) lo avalen. A partir de 2012, Puy se vincula al Terrat Produccions como productora ejecutiva y responsable del área de artes escénicas y, desde su nacimiento en 2015, se ocupa de la producción ejecutiva del Festival Singlot.