Fondos documentales y recursos web sobre circo en España
J. R. Fernández, M. Folguera, C. Martínez, C. Pérez y T. del Pozo
Página 5
4. Fondos sobre Ilusionismo de la Fundación Juan March
Por Celia Martínez Cristina (Biblioteca de la Fundación Juan March)
La Fundación Juan March es una institución familiar y patrimonial creada en 1955 por el financiero Juan March Ordinas para el fomento de la cultura en España. Durante las dos primeras décadas fue una fundación de becas, y a partir de 1975, con la inauguración del edificio actual (fig. 45), pasó a ser además una fundación operativa, con una programación cultural de actividades gratuitas, como exposiciones, conciertos y conferencias, en Madrid y en los dos museos de los que es titular, en Cuenca y Palma de Mallorca.
La Biblioteca de la Fundación fue abierta en 1976, y es una biblioteca académica dedicada al estudio de las humanidades, que también actúa como Centro de Apoyo a la Investigación en las actividades desarrolladas por la Fundación. En sus comienzos, recogía los trabajos finales y publicaciones de los becarios de la Fundación.
La Biblioteca fue centrando sus intereses en áreas más concretas, y así, a finales de 1977 se creó el fondo de teatro español contemporáneo, con el objetivo de impulsar el estudio de las artes escénicas en España. Con posterioridad se amplió a los fondos de música y arte, y también recibió la colección de Ilusionismo, así como diversos archivos personales de dramaturgos como la familia Fernández-Shaw, la biblioteca personal del profesor Francisco Ruiz Ramón, o el archivo del director de teatro Juan Guerrero Zamora, entre otros (fig. 46).
El fondo de Ilusionismo de la Biblioteca se originó con la donación por el ingeniero José Puchol de Montís (fig. 47) de su biblioteca personal en 1988, con unos 900 libros, y unas 50 revistas, históricas y bajo suscripción, y que hoy rebasa los 2.000 libros.
Puchol fue además uno de los fundadores de la Escuela Mágica de Madrid en 1971, junto con Camilo Vázquez, Juan Tamariz o Arturo de Ascanio (fig. 48). Puchol decía que los libros son para ser leídos, no para ser escondidos, y en un momento dado decidió donar su biblioteca a la Fundación, que ya conocía. La magia como arte escénica ampliaba así el fondo de teatro ya existente en la Biblioteca (fig. 49).
La colección ofrece perspectivas variadas de estudio: historia de la magia, biografías y estudios sobre los magos más destacados, así como las especialidades: magia de cerca, magia de escena, cartomagia o magia con otros elementos (monedas, cuerdas, anillas, cubiletes, etc.) (fig. 50), grandes ilusiones, mentalismo, y artes afines relacionadas con el ilusionismo: ventriloquía o papiroflexia, entre otras, así como la magia científica o la neurociencia.
En cuanto a las revistas, llegaron varias editadas en Reino Unido, Estados Unidos, Francia y España, la mayoría de la primera mitad del siglo XX. Algunas que ya no se publican: Jinx, Kabbala, Magigram, Misdirection, Pentagram, Tops, Wizard…Y otras con suscripción, como Magicseen, Magicol, Genii, Gibecière o Maese Coral (fig. 51).
Entre los libros más destacados, se incluye el más antiguo publicado en castellano sobre magia: Engaños a ojos vistas, y diversión de trabajos mundanos, fundada en lícitos juegos de manos, de Pablo Minguet e Irol publicado en Madrid, en 1733, ilustrado con grabados del propio autor (fig. 52). También las obras de Henri Decremps, del siglo XVIII, o las de los grandes magos del siglo XX: Dai Vernon, Harry Houdini, René Lavand, y españoles como Fructuoso Canonge, Wenceslao Ciuró, Arturo de Ascanio o Juan Tamariz.
Las obras de algunos de estos magos están incluidas en el repositorio Sim Sala Bim, en acceso abierto, que recoge actualmente un total de 183 libros entre 1733 y principios de 1940, con temas como historia de la magia, cartomagia, mentalismo, etc. con casi 30.000 páginas de diversión y aprendizaje de la magia (fig. 53).
Además, en Canal March también se puede disfrutar de una colección de pódcast titulada Sim Sala Bim, con seis episodios dedicados al Ilusionismo, dirigidos por Bruno Galindo (fig. 54), escuchar las conferencias impartidas por Juan Tamariz en 2005, o revisar las actividades del festival de Ilusionismo organizado con Veranos de la Villa en julio de 2022.
A finales de 2022 se ha recibido en donación el Archivo del mago y estudioso de la magia Arturo de Ascanio, uno de los magos más importantes de la historia de la magia. Sus papeles contienen sus conferencias, borradores de libros, juegos, traducciones, anotaciones sobre otros magos, etc. y están en proceso de inventario y catalogación (fig. 55).
Tanto en el fondo de teatro como en el de ilusionismo tenemos ejemplos de la importancia del circo en las artes escénicas. Así, encontramos una edición de El Circo, ensayo de Ramón Gómez de la Serna, uno de sus grandes defensores, y también otros estudios como el dedicado al circo soviético o los ensayos más recientes de Pepe Viyuela (fig. 56) y Miguel Ángel Tidor López.
Por otro lado, el escritor y director Jaime de Armiñán obtuvo una beca de la Fundación en 1959, para escribir un ensayo titulado Los payasos, como segunda parte de su Biografía del circo, publicada un año antes (fig. 57). Consideraba el circo como casi “padre” del teatro, y la enorme importancia del personaje del payaso le decidió a emprender este proyecto, cuyo resultado permanece inédito (fig. 58).
El circo ha sido el trasfondo de múltiples obras teatrales. Como ejemplos, la comedia lírica El clown bebé (1910), de Javier de Burgos y Luis Linares, música de Joaquín Candela y Goncerlián; la zarzuela Black el payaso (1942), libreto de Francisco Serrano Anguita y música de Pablo Sorozábal, o la obra El payaso y los pueblos del sur (1998), de José Martín Recuerda (fig. 59).
Históricamente, los teatros circo acogían espectáculos de circo, pero también obras de teatro, en su mayor parte comedias o teatro lírico. En la Biblioteca encontramos textos teatrales desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XX, estrenados en el Teatro Circo de Paul, el Teatro del Circo, el Price, en Madrid, pero también en ciudades como Barcelona o Sevilla (fig. 60).
El ilusionismo ha formado parte siempre de los espectáculos de circo, especialmente los malabares, mentalismo, ventriloquía, faquirismo. En la Biblioteca de Ilusionismo contamos con la autobiografía del famoso faquir Gonzalo Mena Tortajada, conocido como Daja-Tarto, que debutó en el Price en 1927, o el ensayo de Donald Lehn sobre los malabares (fig. 61).
En palabras de Juan Tamariz, la magia es fascinación, un arte maravilloso basado en la ilusión, en la vivencia de algo imposible.
4. Fondos sobre Ilusionismo de la Fundación Juan March
Por Celia Martínez Cristina (Biblioteca de la Fundación Juan March)
La Fundación Juan March es una institución familiar y patrimonial creada en 1955 por el financiero Juan March Ordinas para el fomento de la cultura en España. Durante las dos primeras décadas fue una fundación de becas, y a partir de 1975, con la inauguración del edificio actual (fig. 45), pasó a ser además una fundación operativa, con una programación cultural de actividades gratuitas, como exposiciones, conciertos y conferencias, en Madrid y en los dos museos de los que es titular, en Cuenca y Palma de Mallorca.
La Biblioteca de la Fundación fue abierta en 1976, y es una biblioteca académica dedicada al estudio de las humanidades, que también actúa como Centro de Apoyo a la Investigación en las actividades desarrolladas por la Fundación. En sus comienzos, recogía los trabajos finales y publicaciones de los becarios de la Fundación.
La Biblioteca fue centrando sus intereses en áreas más concretas, y así, a finales de 1977 se creó el fondo de teatro español contemporáneo, con el objetivo de impulsar el estudio de las artes escénicas en España. Con posterioridad se amplió a los fondos de música y arte, y también recibió la colección de Ilusionismo, así como diversos archivos personales de dramaturgos como la familia Fernández-Shaw, la biblioteca personal del profesor Francisco Ruiz Ramón, o el archivo del director de teatro Juan Guerrero Zamora, entre otros (fig. 46).
El fondo de Ilusionismo de la Biblioteca se originó con la donación por el ingeniero José Puchol de Montís (fig. 47) de su biblioteca personal en 1988, con unos 900 libros, y unas 50 revistas, históricas y bajo suscripción, y que hoy rebasa los 2.000 libros.
Puchol fue además uno de los fundadores de la Escuela Mágica de Madrid en 1971, junto con Camilo Vázquez, Juan Tamariz o Arturo de Ascanio (fig. 48). Puchol decía que los libros son para ser leídos, no para ser escondidos, y en un momento dado decidió donar su biblioteca a la Fundación, que ya conocía. La magia como arte escénica ampliaba así el fondo de teatro ya existente en la Biblioteca (fig. 49).
La colección ofrece perspectivas variadas de estudio: historia de la magia, biografías y estudios sobre los magos más destacados, así como las especialidades: magia de cerca, magia de escena, cartomagia o magia con otros elementos (monedas, cuerdas, anillas, cubiletes, etc.) (fig. 50), grandes ilusiones, mentalismo, y artes afines relacionadas con el ilusionismo: ventriloquía o papiroflexia, entre otras, así como la magia científica o la neurociencia.
En cuanto a las revistas, llegaron varias editadas en Reino Unido, Estados Unidos, Francia y España, la mayoría de la primera mitad del siglo XX. Algunas que ya no se publican: Jinx, Kabbala, Magigram, Misdirection, Pentagram, Tops, Wizard…Y otras con suscripción, como Magicseen, Magicol, Genii, Gibecière o Maese Coral (fig. 51).
Entre los libros más destacados, se incluye el más antiguo publicado en castellano sobre magia: Engaños a ojos vistas, y diversión de trabajos mundanos, fundada en lícitos juegos de manos, de Pablo Minguet e Irol publicado en Madrid, en 1733, ilustrado con grabados del propio autor (fig. 52). También las obras de Henri Decremps, del siglo XVIII, o las de los grandes magos del siglo XX: Dai Vernon, Harry Houdini, René Lavand, y españoles como Fructuoso Canonge, Wenceslao Ciuró, Arturo de Ascanio o Juan Tamariz.
Las obras de algunos de estos magos están incluidas en el repositorio Sim Sala Bim, en acceso abierto, que recoge actualmente un total de 183 libros entre 1733 y principios de 1940, con temas como historia de la magia, cartomagia, mentalismo, etc. con casi 30.000 páginas de diversión y aprendizaje de la magia (fig. 53).
Además, en Canal March también se puede disfrutar de una colección de pódcast titulada Sim Sala Bim, con seis episodios dedicados al Ilusionismo, dirigidos por Bruno Galindo (fig. 54), escuchar las conferencias impartidas por Juan Tamariz en 2005, o revisar las actividades del festival de Ilusionismo organizado con Veranos de la Villa en julio de 2022.
A finales de 2022 se ha recibido en donación el Archivo del mago y estudioso de la magia Arturo de Ascanio, uno de los magos más importantes de la historia de la magia. Sus papeles contienen sus conferencias, borradores de libros, juegos, traducciones, anotaciones sobre otros magos, etc. y están en proceso de inventario y catalogación (fig. 55).
Tanto en el fondo de teatro como en el de ilusionismo tenemos ejemplos de la importancia del circo en las artes escénicas. Así, encontramos una edición de El Circo, ensayo de Ramón Gómez de la Serna, uno de sus grandes defensores, y también otros estudios como el dedicado al circo soviético o los ensayos más recientes de Pepe Viyuela (fig. 56) y Miguel Ángel Tidor López.
Por otro lado, el escritor y director Jaime de Armiñán obtuvo una beca de la Fundación en 1959, para escribir un ensayo titulado Los payasos, como segunda parte de su Biografía del circo, publicada un año antes (fig. 57). Consideraba el circo como casi “padre” del teatro, y la enorme importancia del personaje del payaso le decidió a emprender este proyecto, cuyo resultado permanece inédito (fig. 58).
El circo ha sido el trasfondo de múltiples obras teatrales. Como ejemplos, la comedia lírica El clown bebé (1910), de Javier de Burgos y Luis Linares, música de Joaquín Candela y Goncerlián; la zarzuela Black el payaso (1942), libreto de Francisco Serrano Anguita y música de Pablo Sorozábal, o la obra El payaso y los pueblos del sur (1998), de José Martín Recuerda (fig. 59).
Históricamente, los teatros circo acogían espectáculos de circo, pero también obras de teatro, en su mayor parte comedias o teatro lírico. En la Biblioteca encontramos textos teatrales desde finales del siglo XIX hasta comienzos del XX, estrenados en el Teatro Circo de Paul, el Teatro del Circo, el Price, en Madrid, pero también en ciudades como Barcelona o Sevilla (fig. 60).
El ilusionismo ha formado parte siempre de los espectáculos de circo, especialmente los malabares, mentalismo, ventriloquía, faquirismo. En la Biblioteca de Ilusionismo contamos con la autobiografía del famoso faquir Gonzalo Mena Tortajada, conocido como Daja-Tarto, que debutó en el Price en 1927, o el ensayo de Donald Lehn sobre los malabares (fig. 61).
En palabras de Juan Tamariz, la magia es fascinación, un arte maravilloso basado en la ilusión, en la vivencia de algo imposible.