4. OTRAS DIRECTORAS SURGIDAS DEL ÁMBITO PROFESIONAL

Amelia Ochandiano ha trabajado también como actriz y durante un tiempo formó parte de la compañía Teatro de la danza y ejerció también como su directora artística. Desde comienzos del presente siglo, la dirección ha sido su tarea principal y ha escenificado numerosos espectáculos del gran repertorio universal, entre los que destacan La gaviota, de Chejov; La casa de Bernarda Alba, de Lorca; Casa de muñecas, de Ibsen, o Una gata sobre un tejado de cinc caliente, de Tennessee Williams. Pero se ha interesado también por dramaturgos actuales, como Rafael Spregelburd, de quien escenificó Lúcido en el CDN [Fig. 7], acaso uno de sus trabajos más interesantes, o Margarita Sánchez, de quien dirigió Mi mapa de Madrid. Ha dirigido también alguna zarzuela, p.ej. La del soto del parral.

Antonia Bueno, cofundadora de Guirigay, donde ejerció labores de actriz y directora de escena, ha desarrollado más tarde una extensa carrera profesional como dramaturga y como directora de escena.

Meritxell Roda cuenta con una dilatada trayectoria como directora de escena. Entre sus trabajos más relevantes han de recordarse De Billy a Billie, sobre la cantante de jazz Billie Halliday, y a x Amor o Mujeres áureas, espectáculo de calle realizado en coproducción con Fira Tàrrega y exhibido también con éxito en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro en 2017. El espectáculo toma como referente textual la obra de escritoras españolas del período áureo, tales como María de Zayas, Feliciana Enríquez de Guzmán o Ana Caro Mallén.

Formada en la Escuela Nacional de Arte Dramático de Bogotá y en la RESAD, Rosario Ruiz Rogers trabajó como actriz y se incorporó después al equipo de la Abadía bajo la dirección de José Luis Gómez, con quien codirigió los Entremeses de Cervantes, que tuvieron un largo recorrido por los escenarios. Más tarde ha dirigido espectáculos basados en el gran repertorio o en los textos de algunos autores contemporáneos, como El señor Puntilla y su criado Matti; Los enfermos, de Antonio Álamo; Ritter, Dene, Voss, de Thomas Bernhard; La copla quebrada, de Borja Ortiz de Gondra; El jardín de las delicias, de Arrabal, etc.

Un caso singular por su versatilidad artística es el de Eva Zapico, actriz, dramaturga, pedagoga teatral y responsable de su propia compañía, que desde los primeros años del siglo ejerce como directora de escena, tanto en trabajos en cuya creación dramatúrgica participa –y, en ocasiones, también interpreta– como en espectáculos escritos por otros dramaturgos. Así, en 2004 dirige A pedazos, de Patricia Pardo, o en 2006, Lilith, de Antonio de Paco. Además ha impulsado creaciones muy novedosas y sugestivas, como El gran arco (2013), escrita, dirigida e interpretada por Eva Zapico junto a Àngels Figols. En 2017 ha dirigido Orán, trabajo de creación colectiva a partir de las novelas de Albert Camus, El extranjero y La peste. Para la compañía Bambalina ha dirigido el espectáculo infantil Mr. Kidd.

5. LAS DIRECTORAS PROCEDENTES DE LA ESCUELA DE ARTE DRAMÁTICO

A finales de los noventa comenzarán a incorporarse a la dirección de escena, directores y directoras procedentes de las primeras promociones de los estudios de dirección escénica en el Institut del Teatre, la RESAD y, poco más tarde, de otras Escuelas Superiores de Arte Dramático. Carlota Subirós, mujer de sólida formación intelectual y escénica, es una de las que ha desarrollado una más intensa labor profesional. Ha mostrado sus trabajos en el TNC, en las salas Beckett y Malic, en el Teatre Lliure, en el CDN, el Teatro Español, etc. Además, junto a Oriol Broggi, es fundadora del colectivo La perla 29, con el que ha realizado algunos trabajos, como L'home de la flor a la boca, de Pirandello, en 2008. La lista de espectáculos dirigidos supera la veintena. Carlota Subirós ha escenificado textos del gran repertorio universal, como Otel.lo, de Shakespeare, para el Lliure, en 2006, que se exhibió también en el Teatro Español de Madrid, un trabajo vigoroso y original, que exploraba con audacia las pasiones a las que se enfrenta la tragedia shakesperiana, o Les tres germanes, de Chejov, también para el Lliure, en 2011 [Fig. 8]. Se ha ocupado también de algunos dramaturgos del gran repertorio del siglo XX, como Tennessee Williams, de quien montó La rosa tatuada para el TNC en 2013. Ha adaptado para la escena materiales procedentes de la narrativa, como El malaguayant, de Thomas Bernhard, en 1997, o Alicia, un viatge al país de les merevellles i a l'altra banda del mirall, de Lewis Carroll, en 2007, ambos para el Lliure. Ha atendido también a algunos dramaturgos contemporáneos, como Martin Crimp, Wallace Shawn o Jon Fosse, y se ha ocupado de algunos dramaturgos catalanes actuales, como Lluïsa Cunillé, de quien escenificó Després de mi, el diluvi, para el Lliure y el CDN en 2007. Entre sus trabajos más recientes esta Sol solet, de Guimerà, para el TNC en 2018.

Dramaturga estimable y directora de escena, Carol López, formada también en el Institut del Teatre, ha dado preferencia al género de la comedia, y de manera singular a la comedia actual, y ha prestado particular atención a aquella que está escrita por mujeres, lo que constituye una característica poco frecuente entre las directoras de su generación y un rasgo que define la poética de Carol López como creadora. Su trayectoria profesional en el ámbito de la dirección de escena ha estado vinculada a la sala Villarroel, pero ha exhibido espectáculos también en el TNC, en la sala Beckett o en el CDN. Entre sus espectáculos figuran Esthetic paradise, de Victoria Szpunberg (Beckett, 2004): En defensa dels mosquits albins, de Mercé Sarrias (TNC, 2007); Tres dones i un llop, a partir de Caperucita, de Javier Daulte (Villarroel, 2010); Desclasificats, de Pere Riera (Villarroel, 2011); L'efecte, de Lucy Prebble (Beckett, 2015); El sistema solar, de Marina de Althaus (Lliure, 2018), a los que habría que añadir El viaje a ninguna parte, de Fernán Gómez, en versión de Ignacio del Moral, para el CDN en 2014 [Fig. 9]. Además, Carol López suele asumir la dirección de sus propias comedias.

Aitana Galán, titulada en dirección escénica por la RESAD, ha realizado también estudios de interpretación y ha ejercido como ayudante de dirección de Ernesto Caballero. Su labor profesional se ha desarrollado sobre todo en el ámbito de las salas alternativas, aunque ha mostrado también algunos de sus trabajos en teatros institucionales. En su nómina de espectáculos dirigidos aparecen algunos títulos que pertenecen a la tradición literario-dramática reciente, como ocurre con Sobre algunas especies en vías de extinción, de José Ricardo Morales (CDN, 2014) o Navidad en casa de los Cupiello, de Eduardo de Filippo (CDN; 2016) [Fig. 10], pero Aitana Galán ha mostrado preferencia por los autores actuales. Así, entre sus escenificaciones figuran Cachorros de negro mirar, de Paloma Pedrero, estrenado en la Sala Cuarta pared en 1999; La llamada de Lauren, de Paloma Pedrero (Cuarta pared, 2002); Adiós a todos, de Luis García Araus (Casa encendida, 2003); Málaga (Teatro de Arte, 2013) y Las neurosis sexuales de nuestros padres, (Cuarta pared, 2014); ambas de Lukas Bärfuss.