2. VARIA
2.2 · Don Ramón María del Valle-Inclán: una recreación escénica fallida de su vida y su obra por José Antonio Durán Iglesias y Alberto Castilla.
Por Jesús Rubio Jiménez
Estos cinco lectores testimonian la premeditada artificialidad de la función, más cercana a una sesión de teatro leído que a una representación verista en muchas ocasiones. Y mientras lean irán pasando diapositivas, que ilustran gráficamente sus palabras y trasladan a los espectadores al momento histórico evocado. Antes, sin embargo, oímos ya el primer alegato de La Juventud acerca de los miserables tiempos que se viven, con los hogares vacíos de modelos o con modelos falsos de comportamiento. Frente a ellos, don Ramón es visto como el modelo de quien quieren aprender, idea que se manifiesta ya en el segundo momento y se reiterará otras veces y sobre todo al final de la función.
Enseguida se echa mano del recurso de las diapositivas –hoy puede parecer una antigualla pero entonces mantenían todavía cierto aire de novedad– que permitía ampliar el horizonte de la función con imágenes de carácter histórico o geográfico mientras El Tiempo y La Vida van situando en sus coordenadas la vida de don Ramón desde su nacimiento en 1866: en el tercer momento, se utilizan ya para dar veracidad a lo contado diapositivas de Isabel II; de Galicia y Salnés; del pazo de Villarúa.
En el cuarto momento se añade un nuevo personaje –La Obra– que dará cuenta de cuanto vaya escribiendo en cada momento de su vida Valle-Inclán o realizará reflexiones en cierto modo metaliterarias, al igual que los otros personajes lo hacen sobre la historia y la vida del escritor. Se continúa repasando su vida ilustrándola una diapositiva del general Prim (6), otras diapositivas del Salnés, La Puebla de Caramiñal y de romerías (7); una diapositiva de Santiago (8), diapositivas de México (8), de Cánovas (9). No se trata de un relato lineal y sometido únicamente a estas voces personificadas, sino que se introducen otras que trufan el discurso verbal con nuevos textos de don Ramón extraídos de sus versos y de otros escritos autobiográficos que personalizan lo dicho por El Tiempo, La Vida y La Obra, reforzando aparentemente su veracidad. Y digo aparentemente porque, como es sabido, en la narración de su vida, el escritor creó un complejo juego de máscaras, que ocultan tanto como revelan.
En el quinto momento se refuerza lo dicho con diapositivas de la pérdida de Cuba (10), vistas de Pontevedra y Madrid (10) o después de pinturas de Rafael (12) antes de pasar a la presentación dramatizada de una escena de Sonata de otoño, que abarca el resto de este momento (13-20).
Hay que señalar, además, la añadidura de una nueva perspectiva con la incorporación del personaje de El Testigo, que añade a la construcción de esta imagen poliédrica del escritor testimonios de personas que trataron a Valle-Inclán y que proporcionan nuevas facetas para el trazado de su retrato, comenzando por Antonio Machado, a quien se recurrirá después en momentos clave como queda dicho (11-12). Su valor de mediador en una apreciación ajustada del significado de la figura de Valle-Inclán es así uno de los pilares que sustenta la interpretación del escritor gallego para la sociedad española.
Se ha recorrido ya de este modo un tramo suficiente de su vida. Alborea el siglo XX y Valle-Inclán publica sus Sonatas. Oportuna resulta en consecuencia la introducción de un fragmento de Sonata de otoño dramatizada, trasladando a los espectadores a una alcoba del palacio de Brandeso donde asisten a un encuentro entre Bradomín y Concha gravemente enferma (12-20).
Tras un oscuro, se reanuda el repaso del tiempo, la vida y la obra del escritor según las pautas ya conocidas. Información sobre las obras que fueron publicando los jóvenes del 98 se entrecruza con la referente a la producción literaria de don Ramón. El Testigo aporta a la construcción del retrato de Valle-Inclán el poema de Rubén Darío –de quien se proyecta una diapositiva– donde Valle-Inclán se confunde en cierto modo con su personaje el Marqués de Bradomín: “Marqués (como el divino lo eres), te saludo” (21-22). Seguida de otro poema de Antonio Machado puesto en la voz de una mujer: “Esta leyenda en sabio romance campesino” (22-23), que da paso a una otra escenificación, ahora de Flor de santidad (24-26), haciendo comparecer al Peregrino y a Adega en su extraña historia de amor y violación.
En el siguiente tramo temporal, El Tiempo y La Vida, contrapunteados por La Obra, valoran de primera década del siglo XX en España, acompañándola con diapositivas de Alfonso XIII, otras de España en aquella época (27) y del carlismo dada la militancia política del escritor gallego (28). Un nuevo texto de Antonio Machado le sirve a El Testigo para referirse a la peculiar vida bohemia de Valle-Inclán: sobria a pesar de todo, pues no bebía más que agua, reforzando su imagen ascética más que bohemia. Y con el soneto de Rubén Darío “Este gran don Ramón de las barbas de chivo” (29-30) se da entrada a la escenificación de un pasaje de Los cruzados de la causa (30-34).
Una nueva intervención de La Juventud plantea hasta qué punto pueden aceptar sin más a don Ramón porque fabricó su propio mito. Busca el sentido de sus declaraciones estéticas y trata de describir su soledad por debajo de su máscara –la soledad del artista en la que tanto insistió Manuel Azaña en sus escritos sin que después haya sido poco valorada–, una soledad que comparte La Juventud que lo ve y se ve:
Sin futuro, sin horizonte, sin proyecto, sin una mano tendida en tu camino. Estabas solo, tanto o más solo que cada uno de nosotros. Porque te exigías, siempre demandaste. Hiciste pedazos a los vivos y a los muertos. Destrozaste los mitos con tu hacerte. No capitulaste ante nada. Sabías bien que el compromiso del artista es consigo mismo, con su libertad, con aquella ética futura de que hablabas. Morir cada día con su obra y despertar más allá. (35)
Don Galán. Revista audiovisual de investigación teatral. | cdt@inaem.mecd.es | ISSN: 2174-713X | NIPO: 035-12-018-3
2014 Centro de Documentación Teatral. INAEM. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Gobierno de España. | Diseño Web: Toma10
Portada | Consejo de Redacción | Comité Científico | Normas de Publicación | Contacto | Enlaces