Otro ambicioso espectáculo lírico, aunque de distinta índole, fue Sancho Panza, el musical, de la productora Arte&Ocio. El texto estaba escrito por Inma González y José Luis Morán. La dirección fue de José Luis Moral, con los intérpretes Ángel Savín, Manuel Elías, Geno Machado, Azucena Rivas, Esteban Oliver, Luz Martínez Bolaños, Eva Manjón, José Manuel Santos, Lourdes Zamalloa, Carlos Seguí, Quique Fernández, Pedro Ordóñez, Marcos Valiente, Marta Arroyo, Gonzalo Alcaín y Nuria Zamora. Se estrenó el 9 de abril de 2005 en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid.

Aunque adaptasen El retablo de maese Pedro, no se trataba de la obra de Falla. El espectáculo Teatro con clase, de Delirium Teatro, con dirección de Ignacio Almenar e interpretación de Soraya González del Rosario y Severiano García era un acercamiento a esos capítulos para todos los públicos.

A todos los públicos se dirigía también la compañía Varuma con su espectáculo de calle, La Columna de El Manco, en la que doce actores y saltimbanquis recorrían las calles recitando textos de Cervantes, pero también de León Felipe y Miguel Odiaz. La dirección corría a cargo de Antonia Gómez.

Una intención similar tenía la producción de los granadinos Teatro para un Instante al poner en escena La Cueva de Salamanca y El Viejo celoso en el Corral del Carbón en Granada,con dramaturgia y dirección de Miguel Serrano con los actores Carmen Huete, Chefra Castilla, Nurh Jojo, Concha Medina, Álvaro Blázquez, Pablo Ramírez, Pepe Cantero, Pablo Sánchez de Medina, Lola Martín, Víctor Sierra y Marcos Checa. Del mismo modo se acercaron a los entremeses los asturianos de Teatro Margen, que pusieron en escena por esas mismas fechas La Guarda cuidadosa y La Cueva de Salamanca,  con dramaturgia de Arturo Castro y José Antonio Lobato y dirección de Arturo Castro para los actores José Antonio Lobato, Juan M. Román, Alfonso Aguirre, José Luis San Martín, Ángeles Arenas, Tere Quirós y Carlos Mesa. Y aún encontramos otra propuesta de parámetros similares: Cervantes entre palos, por Teatro del Duende, a partir de los entremeses El juez de los divorcios y El retablo de las maravillas, dirigidos por Jesús Salgado e interpretados por Juan Andrés Maya y Pepa Carrasco.

Hemos visto cómo se han representado adaptaciones de su Quijote, de sus novelas ejemplares, se ha convertido a Cervantes en personaje o su obra ha sido materia para la ópera. Es curioso que hasta este 2005 no hubiera ningún espectáculo recitando su poesía. Fue Nati Mistral quien entró en aquel territorio no explorado, con los actores José María Barbero y Juan Molina y el pianista Pedro Mariné. El espectáculo, titulado La gracia que no quiso darme el cielo, Miguel de Cervantes, poesía escogida estaba compuesto por una selección de ‘Miguel de Cervantes, poesía escogida’, realizada por Luis García Montero y contaba para la dirección de escena con Joaquín Vida.

Los aspectos más cercanos a la picaresca de los textos de Cervantes también alimentaron Entre pícaros y cómicos, de Teatro Par, sobre textos de Miguel de Cervantes y Francisco Bernardo de Quirós, con dirección de Antonio Barrios. Que se estrenaba el 12 de agosto de 2005 en la Casa de las Campanas de Córdoba.

El colectivo catalán La Fura dels Baus, que había estrenado en el Liceo de Barcelona el Quijote de Turina en 2000, volvía sobre el mito, ahora en un espectáculo de teatro-danza muy especial, en coproducción con Rafael Amargo. El bailaor flamenco se adentraba en el Quijote en D.Q... pasajero en tránsito. La dirección de escena fue de Carlos Padrissa, si bien Rafael Amargo asumió la dirección y coreografía del espectáculo, contando entre otros artistas con Ivonne Blake para el vestuario y con Franc Aleu y Juan Estelrich para el audiovisual. Los bailarines fueron Rafael Amargo, María José Álvarez, Pedro Aunión, Sara Campos, Vanesa Gálvez, Eduardo Leal, Rubén Olmo, Raúl Ortega, Rosana Romero, Yolanda Rodríguez, Victoria Rodríguez y Miguel Vallés, además de los breakers Fran Fernández y Alberto Pardo. Contó también con los cantaores María La Coneja, Maite Maya, María Carmona y Enrique Pantoja; y con los músicos Flavio Rodrígues, Camarón de Pitita, Antonio Maya y David Moreira. El estreno tuvo lugar el 17 de junio de 2005 en el Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares, dentro del Programa Clásicos en Alcalá.

Pepe Ortega regresó en esta fecha a la unión natural de las dos novelas ejemplares El Casamiento engañoso, El Coloquio de los perros, que ya llevó a escena en 1999; esta vez lo hizo con la compañía Solo y Cía, siendo sus intérpretes Jaime Soler e Íñigo Rodríguez. [Fig. 47]

Esta España con diecisiete comunidades autónomas ha multiplicado sus festivales de teatro y  también la vida universitaria Mencionemos, como botón de muestra, El viejo celoso, por el Aula de Teatro de la Universidad de Extremadura, con dirección de Asunción Mieres y los intérpretes José María González Corrales, Esther Gonzalo García, Eva González Abad, José María Serrano Rodríguez, Elizabeth Ruiz Ramírez, Ana Sánchez Benito, Asunción Mieres Royo, que se estrenó en el XVI Festival de Teatro Clásico de Cáceres. Otro ejemplo, que ya se ha asomado a estas páginas, sería el Grupo de Teatro de la Universidad Carlos III, que ofreció un espectáculo titulado Entremeses variados, compuesto por La Cueva de Salamanca, Los Habladores y La Guarda cuidadosa. Lo dirigióDomingo Ortega con los actores Ángel Sánchez, Arianna Fernández, Elena Casero, Iván López-Bueno, Laura Moreno, Lucía Rodríguez, Manuel Prats, María San Miguel, Roberto Lorenzo, Sergio Adillo y Zósimo Yubero.

Un ámbito similar era el del Teatro Independiente Alcalaíno, que fabricó su Curioso retablo con El curioso impertinente (adaptación de Luis Alonso de algunos capítulos del Quijote) y El retablo de las maravillas. La dirección fue de Luis Alonso con los actores Luis Alonso, Javier Blasco, Carlos Garrido, Sofía López, Úrsula López y Ricardo Pérez y se estrenó el 21 de mayo de 2005 en el Teatro Salón Cervantes de Alcalá de Henares.

Lógicamente, la comunidad autónoma más vinculada a Cervantes tendría que ser Castilla-La Mancha. Allí se crea la compañía La Barraca para ofrecer, en el festival de Almagro de 2006, los entremeses El viejo celoso, La cueva de Salamanca y La guarda cuidadosa, con versión y dirección de Andrés Beladíez

Desde compañías de pequeño formato, no todo fueron entremeses o adaptaciones de las Novelas ejemplares. Hubo también apuestas muy sorprendentes como La Numancia, producida por Kull d'Sac con adaptación de Laura Merino Manuel y dirección de Javier Juárez, a la sazón el único intérprete.

Arístides Vargas, uno de los dramaturgos más apreciados de América latina, llegó al Festival de Almagro el 12 de julio de 2005 con su compañía Malayerba, de Ecuador. El autor argentino-ecuatoriano traía una propuesta titulada La razón blindada, un texto basado en El Quijote, en La verdadera historia de Sancho Panza, de F. Kafka y en las narraciones que hicieron Chicho Vargas y otros presos de la dictadura argentina de los años 70, en las inmediaciones de la cárcel de Rawson. Texto y dirección llevaban la firma de Arístides Vargas, que interpretaba la obra junto a su pareja, la actriz Charo Francés.

Y llegamos a la tercera producción sobre un texto de Cervantes de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Diez años después de un modesto montaje en Alcalá de Henares, la Compañía recuperaba con todos los honores La Entretenida, con versión de Yolanda Pallín y dirección de Helena Pimenta, quien contó con la escenografía de José Tomé, el vestuario de Rosa García Andújar, la iluminación de Miguel Ángel Camacho y el espacio sonoro de Eduardo Vasco, que a la sazón dirigía en ese año la CNTC. De los dos elencos estables de la Compañía, esta comedia le correspondió al integrado por Joaquín Notario, Montse Díez, Javier Mejía, José Luis Santos, Pepa Pedroche, Jordi Dauder, Miguel Cubero, Toni Misó, César Sánchez, Ione Irazábal, Juan Meseguer, Jorge Gurpegui, Emilio Buale, Rodrigo Arribas, Paco Paredes y Xavi Montesinos. El estreno tuvo lugar el 2 de febrero de 2005 en el Teatro Pavón de Madrid, sede provisional de la Compañía. [Fig. 48]

No se haría esperar más que unos meses la cuarta producción cervantina de la CNTC. Se trata de uno de los montajes más extraños y originales referidos a la escritura de Cervantes que, pese a su dificultad, supuso un éxito y un hito en la historia de la Compañía: nada menos que una adaptación del poema Viaje del Parnaso. La versión de aquel difícil texto se debió al dramaturgo Ignacio García May y la dirección escénica a Eduardo Vasco, quien, como ya hemos apuntado, dirigió la CNTC entre 2004 y 2011. Contó con su equipo habitual: la dirección musical de Alicia Lázaro, la iluminación de Miguel Ángel Camacho, la asesoría de verso de Francisco Rojas, y puso en manos de Juan Sanz y Miguel Ángel Coso la escenografía y vestuario de ese mundo mágico habitado por títeres. Los actores, que contaron como asesor de títeres con David Faraco, fueron Israel Elejalde, José Luis Patiño, José Luis Alcobendas, Fernando Cayo e Iñaki Ricarte, con la colaboración de los músicos Alba Fresno, Eduardo Aguirre de Cárcer, Beatriz Millán y Manuel Pascual. El estreno, una costumbre de la compañía, se produjo el 7 de julio de 2005 en el Festival de Almagro, concretamente en el Corral de Comedias de esa villa. [Fig. 49]

Podríamos terminar todo este torrente de 2005 ya mediado 2006, pues el estreno de la ópera Dulcinea, el 18 de mayo de 2006 en el Teatro Real de Madrid, aún tenía que ver con esos proyectos marcados por la fecha del Quijote. No en vano la ópera, con libro de Andrés Ibáñez y música de Mauricio Sotelo, se presentaba como una coproducción del Real con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, Asociación de Amigos de la Ópera de Bilbao, Teatro de la Maestranza de Sevilla, Fundación Ópera Oviedo y Palau de les Arts de Valencia. La dirección escénica llevaba la firma de Gustavo Tambascio y la dirección musical corrió a cargo de Joan Cerveró.