1. MONOGRÁFICO
1.1. Adenda · Cervantes en los fondos documentales del CDT
Cervantes en los fondos documentales del CDT
Cuando se empezó a hablar de la creación de una compañía nacional de teatro clásico en España, en los primeros años ochenta del siglo pasado, algunos críticos y estudiosos recordaron que los estatutos de la Comédie Française llevaban la firma de Napoleón: el célebre Decreto de Moscú, de 1812. En España, durante una buena parte del siglo XX, el teatro del Siglo de Oro ha sido un regalo que nos ha hecho la iniciativa –la querencia– de algunas personas. Solo en los últimos treinta años hemos empezado a acostumbrarnos a que nuestras carteleras ofrezcan a menudo a Lope, Calderón, Tirso, Moreto, Rojas… ¿Y Cervantes? Bien, aunque algo más enterrado que los otros. Pero desde el Centro de Documentación Teatral no solemos hacer comentarios, sino repasar las carteleras; para ello, contamos con dos instrumentos que, no sin muchas limitaciones, nos pueden ofrecer un panorama de lo que ha sido la vida teatral de nuestro último siglo. Nos referimos a nuestra base de datos de estrenos, con más de cuarenta mil fichas, que comienza a contar la historia en 1939; y a la colección de prensa digitalizada denominada CTPME. Colección Teatral de Prensa Madrileña Escogida (1851-1955). Se trata de una colección facticia de 50 volúmenes, compilada por un autor anónimo, que contiene recortes de prensa sobre los estrenos teatrales de Madrid desde 1851 hasta 1955, presentada en forma de volúmenes encuadernados. Aún contamos con un instrumento más: el fondo de más de medio millón de recortes de prensa sobre el que basamos muchos de nuestros estudios.
Con esas bases de información –por supuesto, insuficientes–, podemos comenzar diciendo que el siglo XX de Cervantes empieza en 1902. El 28 de octubre de 1902, la compañía Guerrero-Mendoza presenta para la función inaugural de la temporada en el Teatro Español de Madrid Reinar después de morir, de Vélez de Guevara. Completan el programa con una loa de Mira de Amescua y el entremés de Cervantes El viejo celoso como colofón.
Unas semanas después, el 19 de diciembre de 1902, en el Teatro Apolo, se estrenaba la zarzuela La venta de Don Quijote, de Fernández Shaw y Chapí, Con Bonifacio Pinedo en el papel de Don Alonso Quijano, Miguel Soler –a la sazón director de escena– como Miguel de Cervantes, Carmen Calvó como Maritornes, el ya veterano José Mesejo como El Ventero... Entre las publicaciones del CDT, contamos con la edición facsímil digital de El Teatro, en cuyo número 30 – marzo de 1903– podemos encontrar un amplio artículo de Manuel Soriano con fotos de Candela. [Fig. 1]
Don Quijote y los entremeses. Es como si el inicio del siglo fijase ya lo que va a ser el destino de Cervantes en las tablas durante buena parte de estos cien años.
No otra cosa nos indica la cartelera de 1903: en mayo, la compañía titular del Español, dirigida por María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, ofrece una velada cervantina, una vez terminada la temporada. Se seleccionan tres momentos del Quijote: la primera salida, en la que es armado caballero; la aventura de los galeotes; y la lucha contra el caballero de los espejos. Las adaptaciones se deben a Sellés, los Quintero y Ramos Carrión.
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