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Extracto de la noticia publicada en phuergocaso.wordpress.com , el 25.7.2016.
Aparece en Jerusalén una obra perdida de Eurípides

Imagen: phuergocaso.wordpress.com

Aparece en Jerusalén una obra perdida de Eurípides

Hace una semanas apareció en la biblioteca del Monasterio de Santa Katerina un gran fragmento de una obra perdida de Eurípides, 'Palamedes'.

Jerusalén, en cuanto a forma, es abrupta, pero en cuanto a intelecto es poliédrica. Tal es así que muchos dicen que este sacro vórtex tricontinental sería el centro del mundo -el ónfalos de los jonios -los yevaním, en hebreo. Su grandeza, esencialmente monoteística, si bien reside eternamente en un sólo corazón, el de los judíos, se multiplica hacia el mundo en gran parte por el cristianismo, y hoy, como ayer, es el Patriarcado Griego Ortodoxo […]

La biblioteca más antigua del mundo -de las que perduran en uso- es greco-ortodoxa, pero no está en la Ciudad de David, sino en una presunta ubicación del Monte Sinaí (Monasterio de Santa Katerina, del S V. d.e.c.) No obstante, en Jerusalén, el Patriarcado dispone de una gran biblioteca y es allí donde hace unas semanas apareció, por obra y gracia del neozelandés Jean-Baptiste Piggin, un códice -el Codex Hierosolomitanus Sancti Sepulchri 36 – que anteriormente sirvió para escribir un gran fragmento de una obra perdida de Eurípides, Palamedes. El palimpsesto-nombre que se da al manuscrito que conserva huellas de una escritura anterior en la misma superficie, pero borrada expresamente para dar lugar a la que ahora existe- consta de más de quinientas páginas y data del S XI. Está ya en posesión de Septuaginta Unternehmen, de la facultad de Ciencias Sociales de Gottingen, Alemania, en donde trabaja el mencionado Piggin, realizando una edición crítica de la traducción de la Septuaginta de la Torá.
Palamedes, en la tradición mitológica griega, de tan suma importancia en el devenir de la civilización occidental, fue un héroe de la Guera de Troya, famoso por inventar el ajedrez  y los dados, o por dar forma al alfabeto griego -de influencia semita- Pero  es mayormente conocido  por ser el descubridor del engaño de Odiseo cuando  este fingió estar loco para no ir a la guerra. […]
Eurípides, el tercer gran nombre de los dramaturgos trágicos de la Grecia clásica -junto Esquilo y Sófocles- escribió esta obra en el año 415 a.e.c. Murió -en circunstancias nunca aclaradas- despedazado por una jauría de perros en la corte de un rey macedónico que lo había acogido junto a un importante grupo de intelectuales.