Efemerideak
José Sazatornil. Saza.
“¿Es que no sabe usted que en este pueblo lo que hay es verdadera devoción por Faulkner?” Pronúnciese “Fulkner”, por supuesto. Generaciones de españoles sonreirán si pronuncia usted esta frase y recordarán la genial secuencia de la película “Amanece que no es poco”, de José Luis Cuerda. José Sazatornil, Saza, dejó ese momento para la Historia del cine español, en el que este actor había sido un personaje imprescindible durante décadas de comedias regulares, buenas y tan extraordinarias como La escopeta nacional, en la que Luis García Berlanga le dio el papel protagonista, o Espérame en el cielo, de Antonio Mercero, que le valió un premio Goya.
Sazatornil, (Barcelona, 13 de agosto de 1925 – 23 de junio de 2015) se hizo actor en el maravilloso caldo de cultivo que eran las compañías de aficionados de Barcelona, que preparaban en su tiempo libre una función para su exhibición cada fin de semana: La Farándula, el Centro San José, la Cooperativa La lealtad…. Así, contaba que llegó a interpretar hasta 280 comedias entre 1938 y 1945.
Debutó en el Teatro Victoria de Barcelona en 1946, con la compañía de María Viña y Pío Daví, haciendo un amplio repertorio de comedias en catalán, desde La planxadora de la Plaça del Pi hasta clásicos como Terra baixa o La filla del mar. Salta de esta compañía a la de Paco Martínez Soria, con comedias en castellano, en el Borrás de Barcelona. En 1950 se traslada a Madrid y comienza a trabajar en la compañía de Ismael Merlo, en comedias como Un drama en el quinto pino, de Tono, o Una noche de primavera sin sueño, de Jardiel, al tiempo que aparece en algunos espectáculos de revista de la compañía Colsada en el modesto y otrora sicalíptico teatro Martín.
En 1953 debuta en el cine y esa carrera de más de cien películas ocupará una gran parte de su tiempo. Pero también aprovecha su situación económica para formar compañía con Manolo ante el peligro, que también dirige, en el Teatro de la Comedia, en 1955.
Ya en los sesenta, consagrado como actor, comienza a ser requerido por nombres como Fernández Montesinos, Miguel Mihura, Mario Antolín, Luis Escobar o José Osuna, con quien colabora en una versión del musical Golfus de Roma. También explora otros modos con Modesto Higueras y el Teatro nacional de Cámara y Ensayo. A finales de los sesenta retoma su propia compañía de comedias, interviniendo siempre como actor y cediendo ocasionalmente el papel de director de escena: Trino Trives, Alfonso Paso…
En 1979 llega uno de sus mayores éxitos como actor de teatro: protagoniza con Concha Velasco Filomena Maturano, de Eduardo de Filippo, dirigido por Ángel Fernández Montesinos en el Teatro de la Comedia de Madrid.
En los años ochenta trabaja para directores tan prestigiosos como Cayetano Luca de Tena y Adolfo Marsillach y dirige varias comedias producidas por Justo Alonso. Gustavo Pérez Puig cuenta con Saza para éxitos como La venganza de Don Mendo o Cuatro corazones con freno y marcha atrás. La llegada a la dirección del Teatro Español de Pérez Puig llevará a Saza a protagonizar Los intereses creados. Poco después, Juanjo Seoane lo pone a las órdenes de Pérez de la Fuente para protagonizar Es mi hombre. En 1996 estrena como autor, con el seudónimo Gregorio Zazurca, La extraña visita, en la que se ocupa de la dirección, la escenografía y el papel protagonista.
Su despedida de los escenarios no pudo ser mejor: en 2001, Ángel Fernández Montesinos repone la puesta en escena de José Luis Alonso de Los caciques, de Carlos Arniches. Sazatornil borda el papel protagonista.
Tal vez el mejor homenaje a Saza sea el visionado de aquella función, disponible en nuestra Teatroteca.