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La empresa privada y el mundo de la fantasía, una ecuación rentable.
(El teatro infantil de iniciativa privada en Madrid. 1939-1945)

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2.2. Luis Pérez de León

Aunque profesionalmente se dedicó a la fotografía artística, la gran pasión de Luis Pérez de León fue el teatro, en el que desarrolló funciones de autor, empresario, director y actor, y como tal reconocido tanto en el teatro –en la compañía Martínez Sierra-Bárcenas– como en el cine. Además, y en lo que aquí nos interesa, se le conoce por la fundación, en 1934, de una academia de interpretación teatral en la que, así mismo, se enseñaba danza y canto. En esta misma línea, destacó la creación tres años más tarde de una compañía de niños, conocida como Nido del Arte, con la que abrió el Salón de Espectáculos de la Escuela Pérez de León en la trasera del teatro Alkázar (Castro, 2010: 42).

Terminada la guerra, Pérez de León continuó con esta labor creando compañías de niños –de entre 6 y 14 años–, que se formaron en su escuela y que, durante un tiempo, se denominó La Pandilla Española (Fig. 16) y, a partir de 1941, Lírica Infantil Lil-Liput. Este colectivo, que podía llegar a integrar hasta a 50 niños, interpretó, principalmente, repertorios líricos de adultos en los teatros Pavón y Calderón de Madrid, pero también en Barcelona, Sevilla o Canarias. Entre los títulos más repetidos,La verbena de la Paloma, La Revoltosa, S.M. el juguete o La Dolorosa. Los comentarios de los medios señalaban de forma bastante generalizada que “la disciplina, entonación y gracia de los pequeños artistas” aseguraba el éxito (ABC, 26/12/1940). Fue en una función en el teatro Nuevo de la ciudad condal donde la compañía, además de interpretar La del manojo de rosas, recitó “la poesía patriótica” ¿Quién es Franco? (La Vanguardia, 3/5/1940), lo que nos habla de la adecuación de la compañía a las consignas del régimen (Fig. 17).

2.3. Teatro Infantil Maravillas

Del mismo talante, aunque, quizás con mayor proximidad a las estructuras del régimen, fue el Teatro Infantil Maravillas, compañía nacida de la conjunción de Maravillas –suplemento, primero, de Flechas y Pelayos y, ya en los 50, de Arriba y de Radio Madrid, una de las emisoras de la SER. Sus actuaciones se llevaron a cabo, de forma muy esporádica, en los años 1939-1940, en el teatro Maravillas4, para, al año siguiente, alternar entre los cines Bilbao (jueves) y Salamanca (domingos).

Las primeras noticias de esta actividad datan de agosto de 1940, en que Informaciones (12/8/1940) da cuenta de un “festival”, organizado por las mencionadas revista y emisora en el teatro Calderón, y en el que se suceden variedades interpretadas por adultos y niños, entre los que destaca Laurita Alonso. En enero del año siguiente, el mismo diario (Informaciones, 14/1/1941) reseña el estreno, en el cine Bilbao, de La fuga de Manolita o propósitos de Año Nuevo, del escritor y crítico Nicolás González Ruiz, en ese momento asesor literario y adaptador del teatro Español, de sólida raigambre falangista (Fig. 18). La nota, además de apuntar como mérito “el lenguaje claro y sencillo”, señala que “tiene la originalidad de sostener la acción distribuidos los personajes entre el escenario y el patio de butacas”.

Miguel Ródenas, de ABC (25/7/1941), realiza meses después la crítica del estreno de El príncipe vanidoso, en el cine Bilbao. Los autores del texto fueron José Luis Garrido y Manuel Morán, mientras que de la música se responsabilizó Manuel Bertrán Reyna. De ellos dirá el crítico que han actuado “con un sentido estético de esta infantil modalidad escénica que ha de ser todo miniatura, tan amplio, tan comprensible, y tan sobrado de buen gusto, […]”. Los intérpretes fueron Angelito Martínez de la Fuente, Tomás Zorí, Paquito Correiras, Luisita España y Vicentita Huidobro, cuyos diminutivos no ofrecen dudas sobre la edad.

Anunciando la labor artística del colectivo en la temporada de otoño, se informa del estreno de un programa “en el que se armoniza la sana distracción del niño con el principio educativo que debe ser norma primaria de todo espectáculo infantil”, programa compuesto por el paso Las aceitunas, de Lope de Rueda; el romance El conde Olinos, adaptado por Carmen Martín Olmedo y Tomás Seseña; y el “magistral” diálogo de Jacinto Miquelarena El falangista y el requeté, además de danzas clásicas y populares, una estampa de la ópera Carmen, de payasos, canciones, etc. Todo ello compone “el sumario de estas páginas animadas del gran semanario nacional infantil Maravillas” (ABC, 17/9/1941) (Fig. 19). Un mes después, conviven un programa compuesto porEn la nao Santa María, El Rey Mago y El reducto de Nuestra Señora del Pilar, y otro protagonizado por Gastón, Pachely y Chelín Loygorri, que interpretan la parodia La muñeca de trapo (Informaciones, 25/10/1941). Y junto a estas actividades escénicas, “clase de esgrima del maestro Cazoleta” ( Arriba, 8/10/1941). Y ya en noviembre, Arriba el telón, cuento lírico creado por José Luis Garrido y el maestro Bertrán Reyna, autores de quien se repone El príncipe vanidoso. Los programas no pueden ser más variados ni sucederse con mayor rapidez. Y después, el colectivo desaparece de la prensa, y no sabemos si de la escena, hasta 1949, en que ABC (17/12/1949) informa de que el Teatro Infantil Maravillas ha realizado un homenaje a Jacinto Benavente, quien desde 1944 había mostrado su adhesión al régimen franquista y de quien representaron El príncipe que todo lo aprendió en los libros, bajo la dirección de Modesto Higueras (Fig. 20).

4 Sabemos que Gloria Fuertes fue redactora de la revista Maravillas entre 1939 y 1953, además de que, en el lustro por nosotros estudiado, estrenó, en diversos teatros madrileños, varias obras y poemas escenificados. En la prensa no hemos podido rastrear estos estrenos, si bien, por la cartelera, conocemos la exhibición de Gloria y Cantares, en el Teatro Maravillas, lo que podría encajar con la anterior afirmación. Sobre el teatro de Gloria Fuertes en este periodo, vid. Muñoz y Sotomayor (2016). Volver al texto