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Galdós en la escena
a los cien años de su fallecimiento

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1. Vida del teatro de Galdós como texto y objeto de investigación

En primer lugar, debe apreciarse que hay tres ediciones del teatro completo, la realizada por Federico Carlos Sáinz de Robles, dentro de las obras completas, en los años cincuenta, con la inclusión de veinticuatro obras. La realizada en Cátedra en 2009 por Rosa Amor, en la que se incluyen veintiséis textos. Y, la última, coordinada por Yolanda Arencibia entre el 2009 y el 2012, que también contiene veintiséis textos, pero distintos a los de Cátedra1. Tampoco debemos olvidar el Teatro selecto de Pérez Galdós (1974)2, en Escelicer, con selección e introducción de Rodolfo Cardona y Gonzalo Sobejano.

A estas ediciones “completas” deben sumarse las diversas3 de una o varias obras con introducciones críticas o con revisión de variantes. Como la realizada por Ela Rodríguez Umpiérrez de Realidad en 1997, publicada por el Cabildo de Gran Canaria; las de La de San Quintín. Electra, 2002, en Cátedra, con edición de Luis F. Díaz Larios. Rosario de la Nuez Torres edita en 2008 Alma y Vida en el Cabildo de Gran Canaria. La investigadora con más dedicación al teatro ha sido Rosa Amor, con las ediciones de Realidad, Alma y vida y Mariucha, publicadas 2002 y 2004, respectivamente, en Tantín; Amor y ciencia en 2004 con el Cabildo de Gran Canaria. Bárbara, Casandra y Celia en los infiernos en 2006 por Cátedra; Los condenados en 2009 en la editorial que ella misma dirige, Isidora. Por último, cito la publicación en Fragua de Santa Juana de Castilla, en 1910, con introducción de Félix Rebollo Sánchez.

En lo referente a la crítica, de gran consideración continúan siendo los trabajos pioneros de Gonzalo Sobejano (1970 y 1976), Razón y suceso de la dramática galdosiana y Echegaray, Galdós y el melodrama, y de Manuel Alvar (1971), Novela y teatro en Galdós, a los que deben sumarse las monografías de Stanley Finkenthal (1980), El teatro de Galdós, y de Carmen Menéndez Onrubia (1983 y 1984), Introducción al teatro de Benito Pérez Galdós y El dramaturgo y los actores. María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, así como la extraordinaria investigación dirigida por Ángel Berenguer, que se publica en 1998: Los estrenos teatrales de Galdós en la crítica de su tiempo. Además, por supuesto, de las extensas y detalladas introducciones a las ediciones de las obras completas y selectas antes citadas.

No debemos olvidar tampoco la significación de los estudios y ediciones de la correspondencia galdosiana centrada en el teatro, además de la realizada por Carmen Menéndez Onrubia, ya citada, las de Ruth Schmidt en 1969 sobre la correspondencia entre Galdós y su amigo Tolosa Latour, Carta entre dos amigos del teatro; o la de Carmen de Zulueta (1983) con las cartas cruzadas entre Galdós y José de Cubas, Cartas sobre teatro son muy esclarecedoras sobre los procesos creativos y las opiniones sobre el acontecer escénico.

Es imposible mencionar aquí los considerables artículos que sobre las obras de teatro en diversas publicaciones, pero sí considero que deben destacarse los que se encuentran en las Actas de los Congresos Internacionales Galdosianos, de lo que se han celebrado once hasta el momento, cuyas actas están en abierto en la casa-museo (http://actascongreso.casamuseoperezgaldos.com/index.php/cig/issue/archive). Como numerosos son también los que hallamos las revistas Anales galdosianos (http://www.cervantesvirtual.com/portales/anales_galdosianos/) e Isidora (http://www.isidoraediciones.com/isidora-revista/); esta última se ha ocupado de una manera especial de la escena galdosiana.

Además de los capítulos de libros de historias de la literatura, historias del teatro o estudios del teatro del XIX o finisecular. Como ejemplo baste mencionar, por su excelencia, los dos libros de Jesús Rubio Jiménez (1982 y1998), Ideología y teatro en España, 1890-1900 y La renovación teatral española de 1900.

Desde luego que no se ha pretendido hacer una revisión exhaustiva, sino solo mencionar algunos trabajos que significan hitos dentro de los estudios del teatro galdosiano. A ellos habrá que sumar una importante nómina de este año 2020.

Además de ello, ha servido para constatar que, si bien no han tenido una vida tan intensa como las novelas, sí que han tenido una modesta existencia, que está cogiendo nuevos bríos desde los ochenta del siglo XX.

1 Rosa Amor introduce La razón de la sinrazón (1915) como texto teatral, en la edición de Yolanda Arencibia se introduce la versión escénica de Marianela, realizada por los Álvarez Quintero en 1916. Volver al texto

2 Que solo incluye Realidad, El abuelo y Doña Perfecta. Volver al texto

3 No voy a referirme aquí a las tesis realizadas sobre estudios de variantes o similares, solo menciono las investigaciones editadas. Volver al texto