[...] El Mercat de les Flors acoge […] hasta el 18 de julio, el montaje Vader (Pare), la primera parte de una trilogía dedicada a la familia y en el que Barcelona será parte fundamental en su proceso de creación. En 2016 presentarán Moeder (Mare) y en 2018 Kinderen (Nens) cerrando una apuesta auspiciada por el Festival Grec.
La obra que presentan en esta ocasión, con dirección de Franck Chartier, nos lleva al interior de un geriátrico, donde un hombre que parece que ha hecho algo atroz a su familia recibe la visita de su hijo y su nieto. […]. Tratamos temas como el egoísmo de un padre ausente, alguien que parece que ha hecho algo terrible a la madre, y cómo puede ser visto desde la perspectiva del hijo», aseguró […] Chartier.
El montaje cuenta con la participación de diez barceloneses mayores de 60 años, personas sin experiencia teatral que se han puesto al servicio de la compañía para dibujar mejor el ambiente claustrofóbico de una residencia. «Cuanto mayores son, mejor funciona la escena. En Zurich utilizamos a personas mayores de 90 años y el resultado fue espléndido», señaló Chartier.
Otro de los temas que emergen en el montaje es el drama del alzeihmer, en este caso como metáfora de lo que podemos y no podemos olvidar. «A este hombre le encantaría olvidar ciertas cosas de su pasado, pero la mente no juega siempre a nuestro favor, que ni la enfermedad puede hacer olvidar a todos lo que hemos sido», aseguró el director, que habla como, poco a poco, la distorsión entre realidad y fantasía para este hombre le hará distanciarse cada vez más del resto de personas. El montaje está inspirado en la falta de plazas para geriátricos en Bruselas, donde se tuvo que habilitar sótanos para cubrir la demanda. En escena nos encontramos en uno de estos sótanos, con una única ventana a unos siete metros de altura. En escena, siete intérpretes en lo que parece es una sala de fiestas, ya que la gente canta y baila con despreocupación. Leo de Bul será el hombre de 76 años protagonista. (Carlos Sala)