Concha Goyanes era una de esas actrices que empiezan tan jóvenes en la profesión que, ya avanzando en su carrera, entablan una pequeña lucha, siempre feliz e incruenta, para que el público deje de conocerlas por el diminutivo con que las dispensó los primeros aplausos, cuando sólo eran unas niñas.
Falleció el viernes en Madrid, a consecuencia de la enfermedad cuyo tratamiento la devolvió a la capital el pasado mes de noviembre desde la localidad malagueña de Coín, donde vivió sus últimos años. Goyanes se prodigó en todos los medios comunes a su oficio. Sus orígenes eran teatrales, pero la popularidad se la dio la televisión. Los televidentes más veteranos la recordarán cuando era una de las adolescentes habituales en los espacios dramáticos de los años 60. Pero tampoco faltarán quienes la evoquen en la siguiente década, en programas infantiles como Amigos del espacio, Barrio Sésamo o Las aventuras del hada Rebeca.
Perteneciente a una de las dinastías de actores más antiguas de la escena española, cuyos orígenes por parte de madre se remontan a Alfonso Muñoz –primer actor en compañías como la de Margarita Xirgu–, Concha Goyanes era hija de un médico no del todo ajeno a la interpretación, José Goyanes, y de la actriz Mimí Muñoz. Hermana de las actrices Mara y María José Goyanes, también estaba emparentada con Carlos Goyanes, quien fuera uno de los productores más destacados del cine español.
Nacida en 1946, en el Coín donde pasó sus últimos días, Concha Goyanes entró en el teatro con tan sólo siete años. Fue en un Fuenteovejuna estrenado por la compañía de Adolfo Masillach y Amparo Soler Leal. No mucho después ingresaba en el cuadro de actores de Radio Nacional de España. Jaque a la juventud (1965), Armario con chica dentro (1968) o La hora de la fantasía (1969) fueron algunos de los montajes teatrales en los que se hizo notar.
Debutó en el cine en Fantasma llamado amor (Ramón Torrado, 1957). Pero se convirtió en una de las muchachas por antonomasia de la pantalla autóctona de los años 60 protagonizando, junto a Rocío Dúrcal, Canción de juventud (Luis Lucia, 1962). Su filmografía incluye algunas de las cintas más destacadas del cine español de aquellos tiempos [...]
Sin embargo, fue con la llegada del siglo XXI cuando la carrera catódica de la actriz conoció un nuevo brío al encarnar a la Carmen Fernández de Javier ya no vive solo. Con posterioridad fue la Carlota de Herederos y la sor Angustias de Amar es para siempre. La serie Arrayán, uno de los grandes éxitos de Canal Sur, fue la última ficción en la que trabajó. [...] (Javier Memba)