Quiosc
Imagen: marcosGpunto (cdn.mcu.es)
El CDN estrena 'La cocina'. Sergio Peris-Mencheta dirige a 26 intérpretes
La II Guerra Mundial sigue aún viva entre las cacerolas
La primera impresión resulta impactante. El escenario acoge una enorme cocina industrial, luces arriba y abajo, con todo tipo de cacharros y mesas de trabajo y ruido de platos, en donde trajina un verdadero ejército de cocineros y camareras, entre voces que dan órdenes y pedidos de comandas, pero también encuentros y desencuentros personales y hasta amorosos.
Hoy es una fecha especial. Es 18 de agosto de 1953 en Londres, día de la firma en esa misma ciudad de la condonación de la deuda a Alemania. Muy cercanas siguen las heridas de la Segunda Guerra Mundial y más en esta cocina de un gran restaurante en el que conviven trabajadores de distintas naciones, alemanes, griegos, ingleses y franceses.
La cocina, de Arnold Wesker, un dramaturgo clave en la escena teatral británica (1932-2016), se estrena en el Teatro Valle- Inclán de Madrid, en un gran montaje con 26 intérpretes en escena bajo la dirección de Sergio Peris-Mencheta. Silvia Abascal, Roberto Álvarez, Patxi Freytez, Javivi Gil Valle, Diana Palazón, Alejo Sauras, Nacho Rubio y Xabier Murua son algunos de los nombres de este numeroso elenco, insólito en el teatro español en estos momentos de penuria. [...]
Supone toda una coreografía medida al milímetro de una actividad intensa, a ratos enloquecida, de entradas y salidas a un supuesto comedor donde esperan los comensales, bajo la atenta y autoritaria mirada del dueño de este restaurante de nombre Marango’s. “La infelicidad de estos trabajadores se palpa, los fantasmas de la guerra siguen ahí, es como un volcán a punto de erupción”, explica Peris-Mencheta, micrófono en mano durante los ensayos para hacerse escuchar en medio de la enorme escenografía.
“Desde el principio, Wesker dibuja el enfrentamiento entre dos bandos; los alemanes y los griegos. ¿Os suena?”, resalta el director, que ha tenido bien presente “el tesoro dramatúrgico” de la situación actual entre ambos países.
El director, que ya representó la obra hace 12 años, en su época de teatro universitario, con algunos de los actores que ahora se han unido, lleva trabajando en el actual montaje desde 2014. Ha dibujado cada recorrido, y son muchísimos, de los 26 intérpretes durante las más de dos horas de duración, que componen una coreografía minuciosamente ensayada. [...]
Excepto en algún momento puntual, el espectador pondrá el foco donde desee, más que donde el director le pueda marcar. Dependiendo de dónde se sitúe el público, se podrá ver una función distinta. Esto forma parte del encanto de esta obra”, remata Peris-Mencheta. (Rocío García)
