Efemérides
Francisco Rabal y Fernando Rey brillan en Becket o el honor de Dios, de Anouilh, en el Teatro Español de Madrid.
El 17 de febrero de 1962 se estrenaba en el Teatro Español de Madrid la obra Becket o el honor de Dios, dirigida por José Tamayo.
La crítica de ABC destacaba el talento de José Tamayo, que había presentado la obra con una gran sobriedad formal y con elementos que de algún modo vinculaban su idea con un juego de ajedrez. La obra es, efectivamente, un duelo entre el rey Enrique II de Inglaterra – Francisco Rabal – y su consejero, el arzobispo Thomas Becket, interpretado por Fernando Rey. “¡Esto sí que es teatro del bueno!” llega a decir el crítico de ABC, si bien deja claro que lo “escabroso” del asunto no la hace apta para todos los públicos.
La obra, estrenada por el autor en París en 1959, se había convertido en uno de los sucesos de aquellos años. En 1961 se hace con el Premio Tony de Nueva York a la mejor obra del año. Poco tiempo después, en 1964, se estrenaría una célebre versión cinematográfica, protagonizada por Richard Burton y Peter O’Toole.
Para este estreno de Madrid, además de contar con Francisco Rabal y Fernando Rey, dos figuras que triunfaban en esos momentos en el cine – ambos acababan de participar en uno de los mayores acontecimientos del cine español, Viridiana, de Luis Buñuel -, Tamayo trabajó con la versión de José Luis Alonso, los figurines y escenografía de Rafael Richard y un reparto amplísimo acompañando a los dos protagonistas: Antonio Gandía, Gregorio Díaz Valero, José Codoñer, José Guijarro, María Saavedra, Manuel Tejela, Antonio Soto, Ricardo Merino, Ramón Centenero, Santiago Barés, Tomás Simón, Rafael Guerrero, María Antonieta Hernández, Manuel González, Luis Alberto Piay, Pilar Bienert, María Isabel Pallarés, Juan Antonio Lominchar, Francisco Carrasco, Luis Arija, Francisco Guijar, José Santoncha, José Martín, José Sepúlveda, Juan de Amézaga y Juan Ocaña.
Jean Anouilh (1910-1987) es uno de los dramaturgos franceses más representados en España. Ha sido objeto de ochenta puestas en escena de títulos como Antígona (Que había estrenado Luis González Robles en el Teatro de Cámara del Teatro Español en 1947), Leocadia, Colombe, Eurídice, Medea, Cecilia o la escuela de padres, La invitación al castillo, Los peces rojos, Orquesta de señoritas... Su primer gran triunfo en España llegó de la mano de José Luis Alonso y José Tamayo en 1954, con el estreno de La alondra – que supuso un gran triunfo personal de la actriz Mary Carrillo -.
En la fotografía – Gyenes / Archivo CDT -, un pletórico Francisco Rabal que culminaba así una década prodigiosa de teatro - Las Brujas de Salem, Edipo, La vida es sueño, La cena del Rey Baltasar, Muerte de un viajante, El cero y el infinito, El gran teatro del mundo, Julio César... - siempre a las órdenes de José Tamayo.
