Efemérides
Fernán-Gómez, Massiel, Lauro Olmo. Yo, Bertolt Brecht
El 4 de noviembre de 1970, en el Teatro Bellas Artes, de Madrid, se estrenó un muy sencillo espectáculo interpretado por Fernando Fernán Gómez y Massiel, acompañados por el pianista Agustín Serrano: A los hombres del futuro, yo, Bertolt Bretch era una selección de poemas y canciones de Bertolt Brecht, realizada por Lauro Olmo. La música de Kurt Weill y Hanss Eisler fue adaptada por Ángel Oliver Pina. La dirección escénica corría a cargo de Antonio Díaz Merat.
La cantante Massiel (Madrid, 1947) forma parte de nuestro imaginario colectivo al menos desde que en 1968 ganara el Festival de Eurovisión con la canción La la la. Massiel, que había alcanzado la popularidad con la canción Rosas en el mar, de Luis Eduardo Aute, en 1967, publicaba en 1972 su cuarto “longplay”, con canciones de Brecht, Eisler y Weill. En una entrevista realizada por Fernando Lara y Diego Galán y publicada por la revista Triunfo, Massiel cuenta cómo se gestó ese proyecto: “El disco no se debe a una idea absolutamente más, sino a todo un trabajo de equipo. Surgió como consecuencia de la representación teatral. Antonio Díaz Merat, que había sido ayudante de José Tamayo, consiguió una beca para estudiar dos años en el extranjero. En Milán vio el montaje que hacía Giorgio Strehler, titulado Io, Bertolt Brecht, junto a la cantante Milva. A su regreso a España, propuso a Lauro Olmo hacer la adaptación y se organizó la puesta en escena. Se tardó más de un año en llevar a cabo el proyecto, que solo pudo ponerse en pie cuando Massiel se separó de su marido. Aquel 4 de noviembre estrenaron con un enorme éxito, y mantuvieron el espectáculo durante más de un año.
El espectáculo no podía tener una presentación más sencilla. Vestuario negro, un piano de pared, un atril para Fernán-Gómez. “La elementalidad del montaje, lo que podríamos llamar paradójicamente antiteatralidad de estes espectáculo teatral, nos dan desnuda la palabra del creador del teatro épico, aunque eso sí, a través de la interpretación honda, sobria, elocuente, sincera de un actor extraordinario como Fernán-Gómez, capaz de apasionar a un auditorio con una lectura entonada de la Guía de Teléfonos” escribía López Sancho en ABC. El crítico astorgano apreciaba en poco la poesía de Brecht: consideraba que Brecht, en lo político y en lo poético, pertenecía al pasado; y atribuía las “atronadoras ovaciones de un público de perfil burgués” a la gran interpretación del actor. Elogia también el “riguroso trabajo” de Massiel, que “encontró sus registros de terciopelo, sus notas más desgarradas, su cálida sensualidad, para expresar poemas musicales cargados de humanidad, de sentimiento político.”
“El público madrileño se asoma con mucho retraso a balcones que habían permanecido largo tiempo cerrados. Percibe en una voz inteligente, noble, serena, los sentimientos, los problemas, la encrucijada de moral de una Europa que nos contiene, en la que ya, pese a todo, estamos. Y esa percepción le asombra, le emociona. Por eso, este “Yo, Bertolt Brecht” es un noble y alto ejercicio en el que el autor, adaptador e intérpretes se hacen acreedores a un mismo aplauso.” Concluía el crítico de ABC.
El Centro de Documentación de las Artes Escénicas cuenta en sus fondos con un rico legado del dramaturgo Lauro Olmo, que incluye textos inéditos, borradores, cartas y muy variados documentos, que se encuentran a disposición de profesionales y estudiosos del Teatro. Entre todo ese material, tenemos el libreto de este espectáculo, con anotaciones y correcciones del propio Lauro Olmo. A una de esas páginas corresponde la imagen que ilustra esta nota.
Apenas quedan imágenes de este “A los hombres futuros”, y no hay grabaciones audiovisuales, si bien está disponible el disco que grabó Massiel dirigida por Agustín Serrano. Las pocas fotografías que han quedado nos hacen pensar que la puesta en escena era tan sencilla como la del espectáculo original, y de ese sí quedan imágenes, grabadas por la RAI: Strehler y Milva, nada menos.