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Efemérides

Doña Francisquita, 1923

Teatro Apolo de Madrid, 17.10.1923
Doña Francisquita, 1923
El 17 de octubre de 1923, en el Teatro Apolo de Madrid, se estrenaba la zarzuela de mayor éxito de la Historia

Un éxito como no ha habido otro en las artes escénicas de nuestro país. Podríamos volver sobre ello en 2025, ya que en 1925 recibiría Mary Isaura (A Estrada, Pontevedra, 1897 – Barcelona 1982) un homenaje en el Olimpia de Barcelona por las 500 veces que había sido Doña Francisquita en esos años.

Pero vamos a aquel 17 de octubre de 1923, en el Teatro Apolo de Madrid de la calle Alcalá – que desaparecería seis años después, comprado el solar por un banco – y al estreno de una zarzuela con música de Amadeo Vives y libreto de Fernández Shaw y Federico Romero, que se habían basado en la comedia de Lope de Vega La discreta enamorada.

Un éxito grande, imponente, dijo la crítica. La mayor parte de los números fueron repetidos, algunos de ellos tres veces. Fue un éxito para sus autores, especialmente para un Amadeo Vives que se tuvo que perder aquel estreno por una enfermedad, pero también para sus intérpretes: Mary Isaura, como doña Francisquita; Juan Casenave como Fernando; Cora Raga, en el papel de Aurora la Beltrana; el tenor cómico Antonio Palacios Espejo – a quien recordarán especialmente nuestros lectores cubanos, pues desarrolló allá una importante carrera desde los años cuarenta - , como Carmona; Ricardo Güell como don Matías; y Felisa Lázaro como Doña Francisca.

Tras el éxito de Madrid, la zarzuela se siguió haciendo en gira por toda España, haciendo de su protagonista, ya muy apreciada, una estrella en nuestro país. De hecho, tras la gira triunfal de Doña Francisquita, Isaura decidió dar un giro en su carrera y dedicarse al cuplé, el territorio en el que se movían las estrellas de la época. Pero un día de noviembre de 1926, Mary Isaura recibió una llamada. Un tío suyo había muerto en Buenos Aires y le dejaba una gran herencia, cinco millones de pesetas, con la condición de que dejase de actuar durante al menos un año. Se hacía eco de ese rumor el Heraldo de Madrid del 5 de noviembre. El día 6, El Sol la entrevista, dejando la cifra en un millón de pesetas, pero con la misma condición. Justo en aquellos días, Mary Isaura se presentaba como cantante de cuplés en el teatro Eldorado de Barcelona, en marzo, y participando en la célebre película La Malcasada, de Gómez Hidalgo – las únicas imágenes en movimiento de Valle-Inclán pertenecen a este film – o grabando discos con “La voz de su amo”. Ese fue el final de la carrera de Mary Isaura en los escenarios, antes de cumplir los treinta años y en un gran momento profesional, aunque aún grabó algunos discos.

Aún vale la pena que mencionemos a otro gran protagonista de aquel estreno: Manuel Fontanals. “He aquí un verdadero escenógrafo” llega a escribir Díez-Canedo en su crítica de El Sol. Este artista barcelonés había comenzado a trabajar en 1917 para Gregorio Martínez Sierra, un hombre de teatro con un innegable talento para rodearse de personas de gran capacidad artística, que probablemente conoció a Fontanals por su amigo Santiago Rusiñol. Hasta 1924, Fontanals va a trabajar casi en exclusiva – y seguirá colaborando hasta 1931 -  para los espectáculos de Martínez Sierra, por lo que algunos de los éxitos de aquel Teatro Eslava llevan también su firma. No es baladí hablar de su firma: una de las cualidades de Martínez Sierra es poner en valor a sus artistas, con carteles, folletos, anuncios en prensa… Tal vez sea el primer profesional de nuestro teatro que entiende la importancia de la publicidad. Los nombres de Burmann, Fontanals y Barradas siguen siendo hoy un referente para nuestro Teatro. Habrá muchas ocasiones para hablar de este extraordinario artista, pero aprovechamos esta para recomendar un libro que se puede encontrar en nuestra Biblioteca: Manuel Fontanals, escenógrafo, de Rosa Peralta, editado por Fundamentos / RESAD.