En 2004, año en el que se elaboró el primer Informe sociolaboral sobre el actor, la situación española no era muy distinta a la de otros países europeos. La crisis llegó para todos, pero en España «se ha estado legislando a mala fe. Si nos hubieran dejado a nuestro aire, nos habría ido mejor, porque no han cesado de ponernos obstáculos. Deliberadamente se han hecho normas que nos han perjudicado, y no sólo es el 21% de IVA cultural».
Así lo señala Abel Martín, director general de la Fundación Actores Intérpretes Sociedad de Gestión Española (AISGE), entidad que acaba de presentar el Estudio Sociolaboral del colectivo de actores y bailarines en España, un amplio informe de más de 300 páginas elaborado tras realizar 3.282 encuestas a los profesionales.
Este informe, que es una radiografía del sector, nos muestra el paisaje del artista en España a lo largo del 2015. Y la primera conclusión es que más de la mitad de los intérpretes (un 57%) no trabajó ni un solo día en su profesión. Al menos, oficialmente. De los que lograron pisar un escenario o un plató (un 43%), casi la mitad de estos artistas en activo (el 46%) no trabajó más de un mes en todo el año 2015.
Con ser cifras preocupantes, la intranquilidad crece de forma alarmante si nos detenemos en los ingresos de los actores. Es cierto que hay unos pocos, cuyas cifras superlativas (ya cada vez menos) despiertan admiración y envidia, pero esos privilegiados son unos nombres muy concretos. La gran excepción.
La realidad es que «tan sólo un 8% de los actores puede vivir de su profesión», ya que sus ingresos son superiores a 12.000 euros; mientras que sólo el 2% cobra más de 30.000 euros anuales. [...]
Ante esta situación de precariedad, abandono y desamparo, casi la mitad de los actores (un 46%) tiene habitualmente un empleo al margen […]
A pesar de intentar sobrevivir con trabajos ajenos a su vocación, la situación del actor español es dramática, según se desprende del informe de la Fundación AISGE, en cuyas páginas se recoge algo tan sobrecogedor como que «el 32% de nuestros artistas acreditan unos ingresos globales (interpretación más otras ocupaciones) inferiores a los 600 euros al mes». Es decir, que un tercio de los intérpretes españoles vive por debajo del umbral de la pobreza.
Como en otros sectores, la situación de las mujeres se agrava respecto al varón, y el porcentaje de paro femenino es del 51,6% por el 45,4 masculino. También sus ingresos son inferiores, y es más frecuente que sean ellas las que trabajen sin contrato. [...] (J. M. Plaza)