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Extracto de la noticia publicada en El Correo de Vizcaya , el 27.11.2013.
Ramón Barea, Premio Nacional de Teatro 2013

Foto: Daniel Alonso (Archivo CDT).

Ramón Barea, Premio Nacional de Teatro 2013

«Me he pasado la vida en furgonetas destartaladas de compañías de teatro»

«Di que estoy ensayando Las comedias bárbaras, de Valle Inclán, y que se estrena el día 3 en el Centro Dramático Nacional». Así es Ramón Barea (Bilbao, 1949), un tipo infrecuente en el mundo del espectáculo, que cuando ayer le sonó el teléfono para comunicarle la concesión del Premio Nacional de Teatro 2013 supuso que se enfrentaba a la llamada de una agencia de cobro de morosos para reclamarle un impago.

Monaguillo, atabalero y torero de perros en la Plaza Nueva bilbaína, Ramón Barea ya venía curtido cuando a los veintitantos se hizo actor profesional con las dos compañías históricas del teatro vasco, Cómicos de la Legua y Karraka. Él, que hasta ayer se creía «invisible», ha pasado a ser un «hombre de teatro integral», una definición que se justifica por sus múltiples oficios en el mundo de la escena: actor, director, dramaturgo y productor. Ese concepto de hombre para todo es lo que ha valorado el Ministerio de Cultura a la hora de concederle este prestigiado galardón, dotado además con 30.000 euros. Barea ha compaginado el teatro –su pasión–, con el cine –ha participado en un centenar de películas y dirigido dos– y con su presencia en series de televisión.

«Ha sido una sorpresa enorme y un gran alegría», una dulce guinda en una larga carrera marcada por su entrega pero con escasas distinciones, ente ellas el premio Ercilla al mejor director teatral y el de la Unión de Actores del País Vasco. Dedica Barea el Nacional de Teatro «a todos los que aman la profesión tanto como ya amo este oficio, que defiendo a muerte para seguir en la brecha y haciendo lo que más me gusta, ser actor y convertirme en otro». [...]

De formación autodidacta, lamenta que su Bilbao natal no le ofreciera demasiadas oportunidades para formarse y que solo pudiera disfrutar del teatro gracias a las compañías que recalaban en la capital vizcaína durante la Aste Nagusia. […]

Barea se integró en Cómicos de la Legua y Karraka, de los que fue fundador y actor, para luego pasar a escribir sus propios guiones y a ejercer la dirección. […]

Entre sus aventuras teatrales más recientes, La monja alférez, de Domingo Miras, con dirección de Juan Carlos Rubio; el monólogo Los perjuicios del tabaco, de Chéjov; Luces de Bohemia; La tempestad, Coriolano, bajo la dirección Helena Pimenta; y El chico de la última fila y Cartas de amor a Stalin, ambas de Juan Mayorga.

Como director teatral ha estado al frente de proyectos como El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, basado en el ensayo del neurólogo Oliver Sacks, y El hombre de los dados, de Luke Rinhard. También se ha responsabilizado de la dramaturgia de El buscón, Emma, Bilbao Bilbao, Ecografías y Esencia patria. [...]  (Pedro San Juan)