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La actriz Lola Cordón, imagen de la nueva etapa del CDN (Foto: Centro Dramático Nacional)
La novísima dramaturgia española asalta el Centro Dramático Nacional
Alfredo Sanzol presenta la programación de la nueva temporada de la institución, dominada por estrenos de autores españoles vivos
¿Cuáles son las preguntas que surgen de la situación de vulnerabilidad que estamos viviendo?» Esta pregunta, dice Alfredo Sanzol, atraviesa la programación del Centro Dramático Nacional, que él dirige, para la temporada 2020/21, puesta en marcha hace un mes, y presenta ayer en un acto en el que también se desveló la atrevida -la domina el color amarillo, tradicionalmente proscrito del mundo de la escena- nueva imagen del CDN; la palabra «dramático« (adj. Capaz de interesar y conmover vivamente) adquiere un protagonismo especial en esta etapa de la institución.
De la mano de Alfredo Sanzol, la novísima dramaturgia española asalta el Centro Dramático Nacional. Los autores españoles vivos son aplastante mayoría en el programa de la temporada 2020/21. «En mi proyecto ya había una apuesta por la nueva dramaturgia -defendió el director-. Vivimos un excelente momento en este aspecto y el eje principal de esta programación es el impulso de estas nuevas voces, aunque sin perder de vista los grandes títulos del repertorio».
La directora general del Inaem, Amaya de Miguel, que acompañó a Sanzol, destacó que se han podido rescatar doce de los espectáculos programados la pasada temporada que se interrumpieron o se suspendieron por el confinamiento.
«Vulnerable -dijo Sanzol- es aquello que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente. En estos momentos somos una sociedad vulnerable y nosotros desde el Centro Dramático Nacional queremos comprometernos con esa vulnerabilidad. La sociedad neoliberal fomenta el miedo y ofrece como solución la fantasía de la invulnerabilidad, que se logra a través de la compulsión del consumo. A la muerte se le da la espalda y así se le da la espalda a la mitad de la vida, a las preguntas esenciales que nacen de la dualidad vida y muerte. Vivimos un tiempo en el que la falsedad de esconder la muerte se hace imposible, lo esencial se ha colocado encima de la mesa de nuestra vida cotidiana. Tomar conciencia de esa realidad nos ayuda a controlar el miedo y a ocuparnos de lo que somos: seres frágiles».
Leitmotiv
Hay varios leitmotiv en la programación de esta temporada, según explicó el director del CDN: «''Macbeth'', ''O agora que demora'', ''Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach'', ''Los papeles de Sísifo'', ''Shock'' y ''Calígula Murió. Yo no''; tratan el tema de la función del Estado como organización diseñada para proteger a las personas débiles y que, sin embargo, se puede convertir en la maquinaria más sanguinaria y destructiva que existe».
Otra línea de programación es «la memoria del cuerpo, de las historias olvidadas con esfuerzo y recordadas ahora para devolverles su dignidad«, y que está presente, según Sanzol, en «''Conservando memoria'', ''El bar que se tragó a todos los españoles'' y ''Los Remedios''».«'' Y llegar hasta La luna'' y ''La Panadera'' son piezas que abordan la sexualidad como parte esencial de nuestra vulnerabilidad y de nuestra identidad. En ''Héroes en diciembre'' y ''El combate del siglo'' sus personajes luchan, como dice Eva Mir, ''por recuperar la vida con mayúsculas, y no un sucedáneo de la misma''. Personajes frágiles que nos recuerdan que la vida y la muerte forman parte de la misma realidad cotidiana. ''Hamlet'' es otra historia de identidad, quizás ''la historia'' sobre la identidad, y esta versión que presentamos pone el acento también sobre la diversidad y la vulnerabilidad«.
Hay una fecha especial en esta programación: el 27 de noviembre. Ese día se estrenará el montaje de «Macbeth» que preparaba Gerardo Vera, fallecido el pasado 20 de septiembre. Lo dirigirá, siguiendo el diseño de puesta en escena que dejó Vera, el propio Alfredo Sanzol, que fue ayudante de dirección en el montaje de «Divinas Palabras» con el que el director y escenógrafo inauguró, en 2005, el teatro Valle-Inclán.
Bajo el epígrafe «Acción dramática» se engloban las actividades transversales, que adquieren un nuevo protagonismo bajo la dirección de Alfredo Sanzol. Residencia Dramática, que reunirá a cuatro dramaturgos, que colaborarán en la creación de un texto; La ventana del Dramático, que seguirá la programación virtual que comenzó durante el confinamiento; coloquios y encuentros con el público; clases magistrales y talleres para profesionales y público; y actividades educativas como Nuevos dramáticos, para niños de entre 8 y 13 años, y las ficciones sonoras reunidas bajo el título Dramawalker, que implicará a los vecinos de los lugares donde se lleve a cabo -por ahora, el barrio de Lavapiés, en Madrid, y de Poblenou, en Barcelona; y Santiago de Compostela-. (…)
(Julio Bravo. Madrid)
