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Emilio Gutiérrez Caba (Foto: Daniel Alonso / CDT)
Emilio Cutiérrez Caba no teme al Diablo
El actor dirige y adapta <<La cueva de Salamanca>>, de Juan Ruiz de Alarcón, en la CNTC para recuperar la leyenda de la cripta. Acaba de estrenarse en Salamanca y se presenta en el Teatro de la Comedia de Madrid del 7 al 17 de junio.
Bajo la plaza de Carvajal, junto a la cuesta que lleva este mismo nombre, se mantiene hoy en Salamanca lo que fue la iglesia de San Cebrián, una cripta que ha llevado su fama a obras literarias de todo el mundo y para cuyo origen algunos se remontan al mítico Hércules. Aunque lo que de verdad le ha dado ese aura de misterio al lugar ha sido su relación con el mismísimo Diablo. Hasta este punto de Castilla se trasladó El Malvado allá por el siglo XIV para dar clases a siete estudiantes.
“(…) Como moneda de cambio, estos debían pagar un precio y, al azar, se debatían entre apoquinar o quedarse para siempre en la cueva de Satanás. Dicen que uno de los que se dejó allí la sombra fue Enrique de Villena”, apunta Emilio Gutiérrez Caba (Valladolid, 1942), encargado de rescatar ahora la historia en los escenarios. (…) Fue la historia que Gutiérrez Caba encontró “idónea”, dice, para cumplir con la empresa que le habían encargado para conmemorar el VIII centenario de la Universidad de Salamanca. “Una pieza que reflejase la ciudad del siglo XVII llena de estudiantes, sopistas, truhanes, sabios y nobles -en palabras del aquí director-. Un lugar que fue motor de cultura y referente para aquella España obsesivamente volcada hacia las Indias pero que seguía estando en una Europa asolada por guerras continuas y continuas incomprensiones>>. Y del otro lado del Atlántico llega la versión elegida por Gutiérrez Caba. De la pluma de Juan Ruiz de Alarc6n (Taxco, 1581-Madrid, 1639), conocedor de la magia a través del contacto con los indios mexicanos, y “no de la celebérrima pieza homónima de Cervantes, afortunadamente conocida y celebrada desde que don Miguel la escribiera”, apunta quien también ha introducido dos escenas de “La Fénix de Salamanca”, de Antonio Mira de Amezcua, y una de “Obligados y ofendidos y gorrón de Salamanca”, de Francisco de Rojas Zorrilla. (…) Se centra en “la existencia de la magia negra y en el discurso de lo lícito de esta. Incluso el rey manda a sus súbditos a ver qué pasa con esa revuelta estudiantil”, anticipa Caba de una trama en la que “la magia no tiene nada que ver, sino más bien la vida poco edificante de unos chavales que pasan los días jugando a las cartas>>. Es una de las anécdotas de esta “historia de teatro dentro de teatro, de metateatro”, donde unos actores ensayan distintas escenas para exhibir durante la celebración del aniversario de la Universidad de Salamanca. (…)