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'Madre de azúcar' de Claudia Cedó (Foto: May Zircus / CDN)
El Centro Dramático Nacional abre temporada con Madre de azúcar, una historia que rompe el tabú de la maternidad de las personas con diversidad funcional
Clàudia Cedó es la autora y directora de este montaje, coproducido por el Teatre Nacional de Catalunya y Escenaris Especials.
El Centro Dramático Nacional inicia su temporada teatral 2022-2023 con Madre de azúcar, que se estrenará el próximo viernes 23 de septiembre en la Sala grande del Teatro Valle-Inclán. La obra está escrita y dirigida por Clàudia Cedó, y aborda la historia de Cloe, una mujer de 27 años con una discapacidad intelectual del 65%, que ante su deseo de ser madre se encuentra con la incomprensión de su entorno más cercano. Ello la llevará a una revolución torpe para quedarse embarazada a cualquier precio.
Madre de azúcar pone sobre el escenario una cuestión, la maternidad de las personas con diversidad funcional, que según su directora “todavía es un tabú en nuestra sociedad”. En paralelo se abordan otros temas como la autonomía, la intimidad, el deseo sexual, el derecho a equivocarse y a dudar o la sobreprotección.
La expresión “ser de azúcar” en catalán se utiliza cuando un niño o niña participa en el juego pero no cuenta: si pierde no tiene que pagar, pero sus victorias no suman. “Ser de azúcar hace que estés protegido. Cuando eres de azúcar no pierdes nunca, pero tampoco juegas”, explica Cedó.
Esta coproducción del Teatre Nacional de Catalunya y Escenaris Especials, llega a Madrid tras cosechar un gran éxito de público y crítica (5 premios TeatreBarcelona y un Premio de la Crítica a Mejor Actriz Revelación para Andrea Álvarez) en Cataluña.
¿Qué puede romperse si soy madre?
Clàudia Cedó es dramaturga, guionista y directora de teatro, además de creadora de Escenaris Especials, un proyecto de teatro con actores y actrices con diversidad funcional, cuyo objetivo es que en el escenario se vea reflejada la diversidad real que existe en la sociedad. “Si los espectadores pueden identificarse con la historia de un soldado que va a la guerra o de una madre que ha parido, sin ser soldados ni madres, también pueden empatizar con alguien que se siente diferente, que tiene sus propios miedos e inseguridades, que está en un momento de inflexión y que lucha incansablemente por ser feliz. Ésta es una historia sobre sentirse fuera, sobre querer formar parte, algo que no tiene que ver únicamente con la discapacidad. Parece que una historia protagonizada por una mujer (y más por una mujer con discapacidad) va a ser algo residual. Y en realidad es universal”, afirma Cedó.
Madre de azúcar nace precisamente de la experiencia acumulada durante los 16 años de Escenaris Especials, en los que Cedó observó que “durante las clases surgían continuamente temas como la maternidad, el embarazo, el parto”. A partir de ahí comenzó un proceso de creación que ha durado casi tres años, en el que participaron activamente Andrea Álvarez, Marc Buxaderas, Mercè Méndez y Judit Pardás, cuatro de los miembros del elenco, a través de improvisaciones, juegos teatrales, conversaciones, debates y escucha. En paralelo, también se realizaron entrevistas a educadores, abogados y mujeres con diversidad que habían sido madres. “Los actores y las actrices me ayudaron en la dramaturgia, sus voces están ahí”, añade la autora. Completan el reparto Ivan Benet, Maria Rodríguez y Teresa Urroz.
El resultado es Madre de azúcar, una reflexión sobre el trato que da la sociedad a las personas con diversidad funcional en referencia a la maternidad. Se abordan los dilemas morales y los protocolos históricos de las instituciones sociales. Pero también las propias dudas de la protagonista, que se pregunta cuál es la capacidad que nos convierte en buenas madres y buenos padres, y si ella será o no una buena madre. “En la mitad del proceso nos dimos cuenta de que Cloe era una Antígona, una mártir que se enfrenta al poder establecido y que se debate entre obedecer las leyes divinas o las humanas”, concluye Cedó.
Madre de azúcar se estrena el viernes 23 de septiembre en la Sala grande del Teatro Valle-Inclán, donde estará hasta el domingo 9 de octubre. Todas las funciones serán accesibles, en colaboración con la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. Tras su paso por el CDN, la obra continuará su gira por diversos escenarios del territorio nacional. Para este espectáculo, se ha organizado un paseo escénico (touch tour) dirigido a personas con discapacidad visual previsto para el 30 de septiembre a las 18h.