El madrileño Francisco Javier Jiménez Algora, uno de los grandes actores españoles de su generación, ha fallecido en la madrugada de este 30 de marzo en el hospital de Puerto Real (Cádiz) a los 67 años al no poder superar un cáncer de pulmón contra el que llevaba más de un año luchando. Paco Algora, que sumó más de 60 largometrajes a las órdenes de directores tan relevantes como Manuel Gutiérrez Aragón, José Luis Garci, Juan Antonio Bardem o Pedro Olea, llevaba más de 25 años residiendo en el municipio gaditano de Vejer de la Frontera, donde había sido designado recientemente Vejeriego de Adopción.[...]
Algora podía presumir de haber nacido en un lugar reservado solo para las estrellas, el Observatorio Astronómico madrileño, donde su padre trabajaba como portero. Fue el 7 de diciembre de 1948. Juan Antonio Bardem despertó su pasión por el celuloide con Cómicos cuando era un niño, aunque el debut interpretativo le llegó a mediados de los sesenta sobre los escenarios. Como miembro del Teatro Estudio de Madrid, Los Goliardos y el Teatro Experimental Independiente, se puso a las órdenes de Miguel Narros, William Layton, o Ángel Facio.
En 1972 emprendió una trayectoria cinematográfica que llegó a sumar cerca de 60 títulos, algunos tan fundamentales en la historia del cine español como Habla, mudita; Bruja, más que bruja o Tiempo de silencio… El año 1998 le supo especialmente dulce, ya que aspiró al Goya por su papel secundario en Barrio (Fernando León de Aranoa) y actuó en El abuelo para José Luis Garci, con quien luego rodó otros cinco títulos: You’re the one, Historia de un beso, Tiovivo C. 1950, Luz de domingo y Sangre de mayo.
Gracias a la televisión encarnó personajes tan memorables como el fraile convertido en bandolero de Curro Jiménez o el cura de Fortunata y Jacinta, conoció la dantesca España decimonónica que retrataba El mayorazgo de Labraz y retrocedió hasta la posguerra con Amar en tiempos revueltos. Llevaba, sin embargo, cerca de ocho años sin trabajar y recibía una ayuda asistencial de la Fundación AISGE.
“Este trofeo es un estímulo para no tirar la toalla. Estoy muy feliz porque, después de tanto tiempo ausente, mis compañeros se han acordado de mí”, aseguró Paco Algora en diciembre de 2013, cuando fue condecorado con el Premio Actúa –máxima distinción honorífica de AISGE– en una edición que aquel año tuvo lugar en el Teatro La Latina. […] (Martín Rodrigo y Fernando Neira)