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Adriana Ozores y LLuís Homar en 'Alma y palabra' (Foto: Pablo LLorente / Web Festival de Almagro)
Adriana Ozores y Lluís Homar guían hacia la senda del sosiego a la que conduce San Juan de la Cruz en el Festival de Almagro
Con la ‘Música callada’ de Mompou y la pintura de Velázquez
‘Alma y palabra: San Juan de la Cruz’ es un “encuentro a cuatro: dos actores, un músico y el público, quienes disfrutan del arte que “nos eleva, nos ayuda” a hacer el viaje hacia el sosiego al que invita uno de los grandes autores de la poesía en castellano.
San Juan de la Cruz proporciona una herramienta útil y cercana para, en tiempos de desasosiego como los actuales, alcanzar y transitar esa senda, comentó en el Palacio de Valdeparaíso Lluís Homar, director e intérprete de este espectáculo que se podrá presenciar este viernes 24 y sábado 25 en el Corral de Comedias y con el que la Compañía Nacional de Teatro Clásico abre un ciclo a autores esenciales, de manera que las próximas entregas podrían estar dedicadas a otros “seres extraordinarios” como Fray Luis de León, Quevedo o Calderón.
En los actuales momentos en los que vivimos, y más en los últimos meses, el sosiego es algo difícil de vislumbrar, pero San Juan de la Cruz nos dice que sí es posible, “está en tu mano, depende de ti”, señaló Homar, que recordó cómo su obra culminante -las poesías ‘Noche oscura del alma’, ‘Cántico espiritual’ y ‘Llama de amor viva’- las escribió estando en la cárcel porque sus propios hermanos carmelitas lo encerraron y fue Santa Teresa quien le ayudó a escapar”, por lo que muchas veces “en la adversidad están las grandes oportunidades”.
El también director de la CNTC destacó que la aproximación que realizan a la íntima poesía de San Juan Cruz, con una selección de nueve de sus 23 poemas, la hacen desde una atmósfera de recogimiento para “parar nuestro tiempo que es equivalente a parar nuestras mentes” y que es a lo que nos invita este creador. Ayudan a llevar a cabo ese viaje desde la consciencia, la ‘Música callada’, inspirada en ‘Soledad sonora’, de Mompou, interpretada por Emili Brugalla, y un cuadro de Velázquez en el que el Cristo parece estar “abrazando a la humanidad y diciendo que hay un espacio de sosiego”, comentó Homar, que resaltó la complicidad en el escenario entre los tres intérpretes y cómo la poesía de San Juan de la Cruz es tan esencial que el acercamiento a su obra supone un enriquecedor “ejercicio de humildad”.
Adriana Ozores, que se reparte con Homar la interpretación de los versos y aseguró que para ella estar en Almagro es como “estar en la gloria”, destacó que es “una maravilla” acercar al público a los místicos, “los grandes olvidados” en muchos casos y “grandes valorados fuera del país”, y cuyo lenguaje parece “críptico” pero “no es así. (…)
(A. Ruiz. ALMAGRO)
