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Asunción Burgueño, Fernando Doménech y Vicente León: Artes Escénicas. Bachillerato

Madrid, Paraninfo, 2020. 408 páginas.

Elena Perulero y Francisco Castro (IES Marqués de Suanzes)
Asunción Burgueño, Fernando Doménech y Vicente León: <em>Artes Escénicas. Bachillerato</em>

En los últimos tiempos, cunde entre el profesorado de Secundaria y Bachillerato la duda de si los libros de texto son o no necesarios o, incluso, convenientes. En último término, las clases se van construyendo entre docente y discentes –como el teatro mismo- en cada sesión, en cada función. Sin embargo, los textos de referencia siguen siendo una guía, en muchos casos imprescindible, para abordar las materias que, por la amplitud de sus contenidos, requieren una planificación exhaustiva que evite una excesiva dispersión. Y precisamente esto es lo que ocurre en el campo de las Artes escénicas y del libro editado por Paraninfo y a cargo de Asunción Burgueño, Fernando Doménech y Vicente León.

Se trata de un texto que son, en realidad, cuatro volúmenes en uno. Cada uno de los bloques en que se dividen las unidades que lo componen conforma un libro diferente: uno dedicado a la Historia; otro sobre metodología actoral, que acaso sea el que más interese a los alumnos; una guía para la representación, orientada, en esencia, al profesor; y, por último, un libro sobre el público. Todos ellos están completamente actualizados en cuanto a contenidos y terminología y aportan, además, materiales de apoyo complementarios de gran utilidad, con numerosas referencias a recursos de carácter audiovisual y accesibles en línea, a través de páginas como la del Centro de Documentación Teatral (que se ha convertido en una fuente imprescindible para cualquier curso de teatro o de literatura, en un sentido más amplio) o de diversas bibliotecas públicas. Seguro que los estudiantes que tengan interés disfrutarán de lo lindo de esos materiales que, además, están muy bien seleccionados. Igualmente útil resultará el glosario de términos, aunque lo sería todavía más si apareciera reunido y no disgregado a lo largo del libro (un diccionario de términos teatrales, que no ocuparía más de una docena de páginas, no aburriría a nadie pero podría facilitar la consulta, quizá, al final de libro).

Destaca, además, el acierto con el que se plantean determinadas cuestiones, como la insistencia en la importancia de la colectividad, el trabajo en equipo, el entrenamiento y la confianza en el otro (no se concibe el teatro si no es de esa forma); la alerta frente al peligro de caer en el narcisismo y el hincapié en la concepción del actor como agente al servicio del Arte. También resulta especialmente adecuado el modo de mostrar los distintos métodos y corrientes de formación actoral evitando dogmatismos y subrayando el hecho de que no hay métodos infalibles, sino que de cada uno de ellos se pueden extraer enseñanzas provechosas y complementarias. En el ámbito de la práctica, en la sección dedicada a la metodología, se recoge gran cantidad de ejercicios sugerentes y bien explicados (quizá se echen en falta algunas dinámicas de grupo y juegos para apoyar esa aproximación colectiva que el propio libro defiende) y, por último, en cada una de las unidades, se proponen vías de investigación y profundización sobre los temas tratados en ella, que pueden servir para que cada lector vaya descubriendo su propia senda de conocimiento.

Esta dramática silva de varia lección constituye un repertorio completísimo, acaso demasiado, que resultará ideal en manos de un profesor que conozca bien el oficio y sea capaz de realizar una selección adecuada al grupo concreto y a sus propias necesidades e intereses. Pero, como quieren sus autores, a buen seguro servirá también como introducción al mucho de las artes escénicas para cualquiera que se sienta atraído por el teatro y sus diversos y riquísimos aledaños.