Los mimbres de la vanguardia teatral se tejen a espaldas de los neones de la Gran Vía; en salas salpicadas por calles menos señoriales, en barrios muy céntricos a veces y en otras ocasiones tan inesperados que les cuesta hacerse un lugar. Se ha buscado el público por su cuenta, confiando al principio en el boca a boca, y cada vez más en las redes sociales. Es la era de internet y el teatro alternativo de Madrid surfea en la red fuera del circuito oficial; en su propio mundo off que en ocasiones está mucho más on que cualquier gran producción escénica en un teatro comercial.
En los dos últimos años han nacido 16 nuevos espacios escénicos en la Comunidad de Madrid, pequeñas salas que recogen el latido creativo de los artistas y directores jóvenes de la ciudad. Y se mueven. Al año realizan más de 7.000 funciones y generan más de 10.000 empleos sostenibles. Incapaz, pues, de ignorar el fenómeno por más tiempo, la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura ha aprovechado su carácter multidisciplinar para convocar Surge Madrid, la primera muestra de creación escénica en la que promocionan, respaldan y exportan talento escénico.
La consejera Ana Isabel Mariño presentó el viernes el que es el mayor festival de este tipo que se organiza en Europa y que se desarrollará en 31 salas de la Comunidad (29 en Madrid y dos en la provincia), donde se estrenarán 93 espectáculos a 12 euros (con, mínimo, tres funciones cada uno), entre el 7 y el 31 de mayo.
En total, la muestra (comisariaza por Alberto García y Natalia Ortega, cuyas trayectorias están vinculadas a DT Espacio Escénico y la Coordinadora de Salas Alternativas) incluirá 444 funciones de compañías y creadores madrileños. Surge Madrid cuenta con un presupuesto de 460.000 euros, de los cuales 310.000 son para la Muestra (el coste de la publicidad y de la primera función de estreno), mientras que 150.000 euros es el presupuesto con el que el director y autor Darío Facal coordina el showcase internacional Made in Madrid.
Además de promocionar la creación de vanguardia entre los espectadores locales y turistas, la Comunidad ha abierto una ventana al teatro invitando a programadores internacionales para una muestra privada de 19 espectáculos ya estrenados y de éxito contrastado (elegidos por una comisión de expertos), para promover su contratación en festivales en el extranjero. […]
«No se basa en un modelo de subvención, sino de colaboración estrecha», se congratuló la consejera, que espera que, por cada euro invertido, haya un retorno de tres. Mariño explicó que el festival Escena Contemporánea se dejó de hacer «porque estaba obsoleto», que el modelo de Surge Madrid les parecía «más interesante». «Ellos ya saben que pueden andar solos sin que la Administración esté detrás siempre –añadió–. Nosotros sólo les damos un empujoncito». (Esther Alvarado)
