«Las mejores escenografías del mundo están en los espacios públicos y nosotros los hemos poseído». Esta frase cuelga de unos de los plafones de la exposición Comediants 44 años de trayectoria innovadora y de compromiso con el teatro popular que podemos disfrutar en las salas nobles del Palau Robert. A falta del museo que soñaron en Canet, el grupo que lidera Joan Font descorcha toda una carrera a pie de calle en un viaje trepidante por sus montajes espectaculares llenos de imaginación e impregnados de la luz del Mediterráneo.
Font es el mejor guía. «Entramos por una plaza pública en plena ebullición. Comediants invade el espacio público con sus correfocs y la gente se suma a la fiesta». Celebran 44 años que Font compara con un 4x4: «somos un todoterreno; ya no nos espanta nada». Y así es. Triunfaron en la Expo de Sevilla en 1992: «hicimos una cabalgata que la vieron trece millones de personas». Triunfaron en los Juegos Olímpicos de Barcelona: «cuando viajo a Estados Unidos todavía me piden que de charlas para explicar el macro montaje que presentamos en el Estadi Olímpic con efectos pirotécnicos inimaginables en el siglo XXI». [...]
Los nombre de los cientos de colaboradores de Comediants están inscritos en una alfombra que recorre las diferentes salas. La música, el vestuario, las máscaras y las maquetas de las escenografías también tienen su hueco en esta muestra. «Hemos traído algunos objetos característicos como este enorme pintalabios que sirve para pintar los labios de la luna y que guardamos en nuestro almacén».
Font ha conocido a mucha gente en estos cuarenta y cuatro años pero no olvida el consejo de su amigo Joan Brossa que le recomendó que no se pusiera límites: «Hay que mirar al infinito para dar un paso más». La Vinya de Canet siempre será su casa pero el espíritu de Comediants ha invadido calles y plazas de todo el mundo, un espíritu callejero que les hace únicos. [...] (María Güell)