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Cómo recrear al personaje

La caracterización del personaje es un arte desarrollado por profesionales que, la mayoría de las ocasiones, permanecen en la sombra.

En la peluquería, Antoñita, Viuda de Ruiz es todo un referente. Igual que Humberto Cornejo, miembro de una saga dedicada al vestuario.

 

Bibliografía

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Desde el siglo XIX a nuestros días, la discreta labor de los profesionales tras la escena cobra protagonismo en cuatro lecturas muy reveladoras.

 

Una mirada al pasado

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En ocasiones, la prensa consigue sacar de su discreción a algunos oficios teatrales, con artículos que hacen que el lector descubra otros protagonistas del hecho escénico en la sombra.

 

Enlaces de interés

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Centro de Tecnología del Espectáculo (Madrid).

ESTAE, Escola Superior de Técniques de les Arts de l’Espectacle (Terrassa).

Escénica, Escuela Pública de Formación Cultural de Andalucía (Sevilla, Málaga y Granada).

 

 

 


 

cdt@inaem.mecd.es

 

La escena invisible

Los oficios que, tras el telón, hacen posible el teatro

Escribió Peter Brook que “en el teatro hay muchos lenguajes diferentes a través de los que se establece y mantiene la comunicación con el público. El lenguaje del cuerpo, el del sonido, el del ritmo, el del color, el del vestuario, el de los decorados, el de la iluminación... Y todos se han de añadir a las palabras disponibles”. Para que esos lenguajes sean posibles, se necesitan profesionales que completen la labor de actores, dramaturgos y directores. Artistas desconocidos para el público que han hecho de la regiduría, la iluminación, el sonido, la utilería, la maquinaria, la sastrería o la caracterización sus oficios. Sin ellos, no podríamos decir: “El espectáculo va a comenzar”.

En España, hasta hace relativamente poco, no existían escuelas de formación específica para técnicos de espectáculos en vivo. Lo habitual era que la profesión se heredara de padres a hijos, creándose sagas en las que se transmitían los secretos del oficio. “Cuando entré a trabajar en teatro, siempre me preguntaban de quién era familia”, confiesa Nacho Fontán, jefe de iluminación de los Teatros Madrid Destino. Sin esa tradición familiar, prepararse para ejercer estas tareas resultaba complicado. “La única salida era aprender desde abajo, como meritorio, y acceder a talleres y libros de manera autodidacta, como yo hice”, recuerda Ernesto Torregrosa, coordinador general de maquinaria de los Teatros Madrid Destino.

Pero los tiempos cambian, y el hecho teatral también. Fue en la década de los 80 cuando el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM) detectó que el relevo generacional en estos oficios no se producía al ritmo esperado; se necesitaban profesionales con una formación técnica acorde con una nueva escena. Y así, en 1988, crea en Madrid el Centro de Tecnología del Espectáculo, primero en España que prepara a profesionales de vestuario, iluminación, sonido, maquinaria, producción y caracterización. Después llegarían la Escola Superior de Técniques de les Arts de l’Espectacle –en Terrassa, dependiente del Institut del Teatre– y Escénica –Escuela Pública de Formación Cultural de Andalucía, con sede en Granada, Málaga y Sevilla.

“Se trata de unas enseñanzas básicamente prácticas”, explica Manuel Martín, director del Centro de Tecnología del Espectáculo. “De hecho, nuestros coordinadores –muy vinculados a la profesión– son fundamentales para enseñar esos oficios y también para facilitar que los alumnos accedan a prácticas que, en muchos casos, pueden ayudarlos a su inserción laboral”.

Al aplaudir al final de la función, quizá el público no imagine que, mientras los actores han representado su papel, otras personas han estado trabajando tras la escena, discretamente: el regidor que, desde los ensayos, ha coordinado al equipo técnico y a los actores para que sigan las pautas marcadas por el director y los diseñadores artísticos; el maquinista, encargado de construir, montar o mover la escenografía; el iluminador, responsable de que la escena disponga del diseño de luces marcado por el director; el técnico de sonido, de quien depende no solo que se escuche a los actores, sino también las músicas y efectos sonoros de la obra; el utilero, que tiene a su cargo los objetos y enseres que aparecen en escena; el encargado del vestuario, que confecciona, arregla, lava, plancha…, y también quien se ocupa del maquillaje, la peluquería y caracterización de los artistas para que entren en la piel del personaje. “Los que trabajamos en el teatro sabemos que todas las piezas son fundamentales”, asegura Pepa Hernández, regidora del Teatro Real. “Todos necesitamos de los demás para que el espectáculo salga adelante”.

En los grandes teatros, las tareas de cada área están bien delimitadas y, aunque interactúen con las otras, cada una realiza su trabajo específico; mientras que en las salas off, resulta más habitual que los técnicos sean polivalentes y desempeñen varias funciones a la vez. “Debemos ser muy organizados para no cometer errores, para respetar los tiempos… Y tener capacidad de resolver los imprevistos que puedan surgir”, sostiene Álvaro Aguado, jefe de utilería del Teatro Real. “También se requieren ciertas dosis de psicología, porque trabajar con artistas precisa una sensibilidad especial”.
Aunque ellos no estén bajo los focos, siempre que se levanta el telón sienten la misma responsabilidad y orgullo que el equipo artístico. “Sabemos que si cometemos algún error, repercutirá en el éxito de los demás”, confiesa José Muñoz, técnico de sonido de los Teatros Luchana. “Mientras que si hacemos bien nuestro trabajo, pasaremos desapercibidos. Esa es parte de nuestra felicidad: que los espectadores no se den cuenta de nuestra presencia, que para ellos seamos invisibles”.

 

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Experiencias

Como si fueran casi invisibles, trabajan discretamente tras la escena para que los actores den vida a sus personajes bajo los focos. Pepa Hernández (regidora del Teatro Real), Ernesto Torregrosa (coordinador general de maquinaria de Teatros Madrid Destino), Nacho Fontán (jefe de iluminación de Teatros Madrid Destino), Álvaro Aguado (jefe de utilería del Teatro Real), José Muñoz (técnico de sonido de Teatros Luchana) y Manuel Martín (director del Centro de Tecnología del Espectáculo) nos descubren qué es lo que aprenden en cada función; cómo accedieron a la profesión; lo que supone trabajar en equipo; lo que aportan con su experiencia a cada montaje o los requisitos para formarse como técnico de espectáculos en vivo.

Vídeo. Experiencia 1

Pepa Hernández
Regidora Teatro Real

Vídeo. Experiencia 2

Ernesto Torregrosa
Coordinador general de maquinaria Teatros Madrid Destino

Vídeo. Experiencia 3

Nacho Fontán
Jefe de iluminación Teatros Madrid Destino

Vídeo. Experiencia 4

José Muñoz
Técnico de sonido de Teatros Luchana

Vídeo. Experiencia 5

Manuel Martín
Director del Centro de Tecnología del Espectáculo

Vídeo. Experiencia 6

Álvaro Aguado
Jefe de utilería del Teatro Real

 

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Las versiones completas de las entrevistas realizadas para la confección del reportaje forman parte del Archivo Audiovisual del CDT y están a disposición de los usuarios a través del servicio de visionado y préstamo.



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CRÉDITOS

 

 

 




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