De azúcar

PALET I PUIG, Jordi
Madrid, ASSITEJ-España, 2021, 145 pp.

Nieves Rodríguez Rodríguez Dramaturga y profesora de la Universidad de Alcalá
De azúcar

El director de escena y dramaturgo Jordi Palet i Puig es miembro fundador de la Compañía Farrés Brothers i Cía, un espacio de creación con más de veinte años, que viene ofreciendo espectáculos de teatro infantil y familiar con el lenguaje de los títeres y los objetos. Con su compañía ha ganado numerosos premios, valga citar el éxito absoluto que fue su pieza Zapatos nuevos, con que ganó el Premio Max al mejor espectáculo para público infantil y familiar en 2020 y el Premio FETEN al mejor espectáculo de pequeño formato en 2019, entre otros éxitos, como el que Premio FETEN a la mejor escenografía en 2011 con el espectáculo La maleta de Agustí, pieza homenaje a Agustí Centelles, el fotógrafo de la Guerra Civil y exiliado en 1939. Jordi Palet, a su vez, es profesor del Institut del Teatre de Barcelona, desde hace más de una década, donde imparte clases de teatro visual. Esta formación y esta experiencia escénicas están muy presentes en su obra De azúcar con la que ganó el XXI Premio ASSITEJ España de Teatro para la Infancia y la Juventud y que está recogida por la misma entidad en su Colección de Teatro –una labor editorial de gran calidad–. El jurado ya destacó la claridad de la escritura, cercana y sensible, así como su gran capacidad de evocación.

De azúcar comenzó a gestarse, así lo confiesa el autor en sus dulces dedicatorias, en el taller de escritura que Suzanne Lebeau impartió en las primeras Jornadas de Dramaturgia para la Infancia y la Juventud –coorganizadas por ASSITEJ y la TTP– en el Obrador de la Sala Beckett de Barcelona en 2019. Dos años después, Jordi Palet, terminó de construir un mundo dulce, sí, pero también cargado de momentos amargos para su protagonista, un niño de ocho años, Marc, que tiene que enfrentarse al duelo, a las despedidas y a la ausencia. La pieza alterna dos tipologías de escenas que permiten ver a los personajes en su aspecto más íntimo y que el autor titula hacia dentro. Estas escenas nos permiten acceder a los sentimientos y pensamientos de los personajes en monólogos interiores que ayudan, también, en el manejo del tiempo, lo que ocurre antes y después del resto de escenas, que, por el contrario, titula hacia fuera. Estas escenas son la peripecia de Marc con su abuela que, a su vez, transcurren en diferentes espacios: el parque, la casa y el hospital. En el conjunto de todas ellas la pieza narra el día repetido de Marc, a quien, a la salida de la escuela, va a recogerle su abuela. Sucede que hace poco tiempo murió el abuelo Tomás, y la abuela, diabética, solo consigue ver a su difunto marido cuando tiene subidas de azúcar. Además de verlo, la abuela le pide a Marc que terminen juntos el álbum de cromos que dejó incompleto el abuelo. Tarea a la que se entrega el pequeño sin convencimiento:

MARC.– ¿Es obligatorio que me guste el fútbol?

ABUELA. – Sí.

MARC.– Pues a mí no me gusta.

ABUELA.– Pues te aguantas. Siempre hay cosas obligatorias, Marc. Cuando yo era pequeña era obligatorio ir a misa y nos aguantábamos.

MARC.– Pues a mí no me gusta el fútbol.

ABUELA.– Hazlo por tu abuelo.

MARC.– Está bien. ¿Ya lo ves?

Será así como, de alguna manera, la abuela mantenga vivo el recuerdo del abuelo en su nieto. Pero un día, la abuela invita a Marc a desayunar, y aunque los padres del pequeño sospechan que algo traman, lo cierto es que abuela y nieto se juntan para construir un gran brebaje de golosinas. Será ahí cuando la abuela se desmaye y termine en el hospital y ahí también donde Marc descubra que el cromo que falta, del futbolista Manchón, esté guardado en un viejo zapato del abuelo Tomás. Véase la importancia de los objetos –que guardan siempre múltiples significados– en la obra de Jordi Palet: las golosinas, los cromos, el zapato, la arena del parque, etc. Es decir, que cada elemento que aparece guarda muy diversas lecturas lo que hace que esta obra aporte una mirada lúcida y tierna, pero también subversiva, de lo cotidiano.

Una vez más, la Colección de Teatro de ASSITEJ (Asociación de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud) ofrece un texto para la infancia cargado de poética y de gran calidad literaria. Y, una vez más, Jordi Palet juega a que las cosas sean lo que son y lo que esconden. La capacidad de retorcer el lenguaje escrito para verlo no solo en acción, sino en construcción imaginada.