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El jardín de los cerezos se estrena mañana en el CDN. (Foto: MarcosGPunto)
Shakespeare, Lorca y el ‘Tenorio’ triunfan en el teatro de la democracia
Los dramaturgos muertos han copado la cartelera española durante las últimas cuatro décadas, según un análisis de los datos del Centro de Documentación Teatral
Dos tercios de las obras más representadas en los teatros españoles en las últimas cuatro décadas corresponden a autores muertos. Entre los 30 más estrenados figuran solo cuatro que actualmente están vivos (José Sanchis Sinisterra, José Luis Alonso de Santos, Sergi Belbel y Juan José Alonso Millán) y otros cinco que fallecieron en ese periodo (Tennessee Williams; Jean Genet, 1986; Samuel Beckett, 1989; Harold Pinter, 2008; Dario Fo, 2016). La lista está encabezada por Shakespeare, seguido muy de lejos por García Lorca y más lejos todavía por Molière, Lope de Vega y Calderón.
Las cifras son resultado del análisis realizado por este diario a las bases de datos del Centro de Documentación Teatral, unidad del Ministerio de Cultura que registra la actividad escénica del país desde 1982, con casi 31.000 estrenos contabilizados desde entonces. La conclusión general es que la cartelera española se ha nutrido básicamente del repertorio tradicional desde la llegada de la democracia: sobre todo de los grandes clásicos y los renovadores del siglo XX (Lorca, Valle, Chéjov, Brecht, Beckett, Ionesco, Ibsen). Otro dato revelador es que la obra más estrenada es Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, pues se repone de manera ritual cada 1 de noviembre, seguida de dos de Lorca: La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre. No obstante, en un estudio más detallado de los datos por décadas, se observa una curva ascendente en el porcentaje de firmas de españoles vivos. Guillermo Heras, director de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneos de Alicante, tiene una clara explicación: “El franquismo generó una gran hostilidad hacia la dramaturgia española, especialmente hacia quienes estrenaron durante la dictadura (Mihura, Casona, Benavente). Se había creado además una gran fractura entre los que defendían el posibilismo de Buero y el radicalismo de Sastre. Así que cuando llegó la democracia se extendió la idea de que no había autores españoles”. Solo dos se salvaron de la gran quema: Lorca y Valle, prohibidos durante el franquismo y revisados con ansia tras la muerte del dictador. El granadino incluso superó a Shakespeare en las dos últimas décadas del siglo XX.
(…) En las cifras globales, se mire donde se mire, los clásicos son recurrentes. (…) “Hay muchos factores que explican esta recurrencia. Por un lado, la atracción que estos autores siguen despertando en los directores y actores de hoy: queremos medirnos con ese gran material, hacerlo nuestro. Y por otra parte, instituciones como el CDN tenemos como misión apostar por la dramaturgia contemporánea, cosa que hacemos de sobra, pero también dar a conocer a las nuevas generaciones el gran repertorio del siglo XX, difícilmente abordable en los circuitos comerciales porque es caro: suelen ser obras de muchos personajes y que exigen escenografías complejas”, explica Caballero, director del CDN. (…)
(Raquel Vidales / Daniele Grasso. Madrid 7 feb 2019 - 00:02 CET)