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La Zaranda celebra 40 años con una autopsia escénica
La compañía andaluza lleva al Romea 'Todo es noche'
Eran el Teatro inestable de Andalucía la Baja y ahora son el Teatro inestable de ninguna parte. En Andalucía tenían escaso apoyo pese a ser una de las grandes compañías de culto del Estado. Son La Zaranda, una compañía que celebra cuatro décadas de vida y de giras por medio mundo con un espectáculo que, señala su director, Paco de La Zaranda, es “una autopsia de nosotros mismos”. Un montaje protagonizado por tres desahuciados, tres mendigos que, con sus carros del supermercado, con viejos y grandes cubos negros de basura, con ropajes añosos y desastrados que parecen los de viejos dignatarios medievales, se encuentran en la noche como náufragos. Un montaje de título desolador, Ahora todo es noche, que estará hasta el 15 de octubre en el teatro Romea […]
En Ahora todo es noche La Zaranda vuelve a su teatro barroco, a esos montajes que son casi una liturgia nacida de sus vivencias y sentimientos. Unos trabajos visualmente expresionistas con personajes que acaban siendo símbolos. Una obra que esta vez además ha sido coproducida por el propio Teatre Romea: Daniel Martínez, presidente de Focus, la gran empresa teatral que gestiona el Romea entre otros teatros, tenía hace décadas su propia compañía de teatro, Génesis. De gira se cruzaban a veces con La Zaranda, trabaron una buena relación y hoy, tantos años más tarde, y en una situación económica muy complicada para La Zaranda, Focus les coproduce su nuevo montaje.
Un montaje que, gracias a eso, podía haber sido más grande, pero justamente ahora, por sus 40 años, querían “hacer un guiño a nuestros orígenes e historia” y no querían contar con más actores que los tres de la compañía Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez, quien además firma como director como Paco de La Zaranda y explica que “cuando nos vimos en el lugar de ensayo no tuvimos más remedio que matarnos para seguir vivos, hacernos la autopsia, mirar al espejo de tantos años de batalla en el mundo de la creación. Lo teníamos muy difícil, casi imposible, pero La Zaranda nació para expresar lo que somos y lo que sentimos. Es el teatro el que se expresa a través de nosotros y no nosotros a través del teatro. […]
En ese sentido, Calonge apunta que “si he aprendido algo de 40 años de oficio, aquí están los restos del naufragio de la creación. Maderos del naufragio de los espectáculos con los que hemos recorrido el mundo. Son tres mendigos que no hallan refugio. Llevado a nuestros niveles simbólicos, no hallan refugio en lo que ha mantenido la llama de sus días, que ha podido ser desde lo ideológico a lo artístico o lo religioso”. […] (Justo Barranco)
