Imprimir
Portada  

 

 

ALMENA, Fernando, y otros,
Teatro juvenil

Madrid, Asociación de Autores de Teatro, 2002, 207 pp.

 

Personajes:
La última: 7 h., 1 m.
Agarrados en el aire: 4 h., 2 m.
Los pájaros de Estinfalia se mueren de hambre: 17 h., 10 m., más varios personajes de sexo indeterminado.
Mujeres con historia: 11 m.
Me vuelvo a casa: 6 h., 6 m.

Sinopsis argumental:
Este volumen incluye un total de cinco obras: La última, de Fernando Almena; Agarrados en el aire, de José Manuel Arias; Los pájaros de Estinfalia se mueren de hambre, de Miguel Cobaleda; Mujeres con historia, de Javier Gil Díez-Conde, y Me vuelvo a casa, de Antonio Ruiz Negre.

En él encontramos una gran variedad de lenguajes: desde el habla realista y coloquial, con elementos de jerga, de los jóvenes de La última, de Fernando Almena, hasta el tono onírico y desenfadado, emparentado con la vanguardia surrealista de principios de siglo, de Agarrados en el aire, de José Manuel Arias, o el lenguaje próximo al teatro del absurdo de Los pájaros de Estinfalia se mueren de hambre, de Miguel Cobaleda. Dos textos estos últimos de los que es fácil intuir que no fueron escritos expresamente para los jóvenes, aunque uno y otro son sin duda interesantes y pueden sintonizar con ellos. A diferencia de estos, Mujeres con historia, de Javier Gil, es un texto claramente didáctico, encaminado a reivindicar el papel de las mujeres en la historia y a familiarizar a los lectores con personajes como Safo, Cleopatra, Juana la Loca, Catalina de Erauso, Agustina de Aragón, Madame Curie, una sufragista o Dolores Ibárruri. Finalmente, Me vuelvo a casa, de Antonio Ruiz Negre, retoma el lenguaje realista y coloquial, si bien el predominio de aspectos como los juegos y comidas de los niños en detrimento del problema central impiden hablar de un acercamiento propiamente realista y hace incluso cuestionable su adecuación a los lectores de más edad.

En cuanto a los temas reflejados, aparecen el escepticismo de los jóvenes ante su futuro laboral, la violencia que suele llevar aparejada la ingestión de alcohol, a veces con un desenlace trágico (La última); un inverosímil encuentro en el Metro del que los extravagantes personajes salen transformados, aunque no tanto como quisieran (Agarrados en el aire); la sumisión a un sistema que convierte a las personas en autómatas aniquilando por completo su voluntad (Los pájaros de Estinfalia se mueren de hambre); la ignorancia que aún hoy pesa sobre el papel de las mujeres en la historia (Mujeres con historia), o el fingimiento de un secuestro por temor al divorcio de los padres (Me vuelvo a casa).

Apud. B. Muñoz, “Teatro infantil y juvenil. Un género por descubrir”, Lazarillo. (Revista de la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil), 9 (2003), pp. 47-52.

 


Pedir el libro en préstamo

Enlace a la página del editor


Compartir en
  Facebook   Twitter