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1. MONOGRÁFICO

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1.6 · Valle-Inclán en Hispanoamérica: los espectáculos de Alberto Castilla: de Los cuernos de don Friolera a Tirano Banderas (1968).

Por Jesús Rubio Jiménez.
 

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Los cuernos de Don Friolera


Valle-Inclán en el teatro universitario hispanoamericano: La versión teatral de Tirano Banderas, de Enrique Buenaventura y Alberto Castilla.

Jesús Rubio Jiménez
Universidad de Zaragoza


Resumen: El artículo repasa en primer lugar la trayectoria de Alberto Castilla como director teatral y la importancia que tuvo en ella Valle-Inclán. Después se analiza específicamente la versión teatral de Tirano Banderas, realizada por Enrique Buenaventura bajo su dirección, así como las muchas dificultades surgidas para su presentación en México y su recepción crítica.

Palabras clave: Ramón del Valle-Inclán, Tirano Banderas, Enrique Buenaventura, Alberto Castilla, Teatro Universitario.

Abstract: This article first reviews the course of Alberto Castilla as a director in theatre and the importance that Valle-Inclán had in it. Afterwards, it analyzes specifically the stage version of Tirano Banderas, made by Enrique Buenaventura and directed by him, and also the difficulties of the performance in Mexico and his critical reception.

Key words: Ramón del Valle-Inclán, Tirano Banderas, Enrique Buenaventura, Alberto Castilla, Teatro Universitario.


I

Alberto Castilla (Zaragoza, 1936) figura entre los directores teatrales universitarios españoles más notables. El seguimiento de su trayectoria permite conocer las muchas dificultades con que en la universidades españolas se intentaba desde finales de los años cincuenta hacer visibles escénicamente a dramaturgos como Unamuno, Azorín, Casona, García Lorca o Valle-Inclán y aun otros más insólitos como Pedro Salinas, a quien también puso en escena mientras era director del TEU de la Universidad de Zaragoza (Castilla, 1999b). A la vez se difundían grandes nombres del teatro universal de entonces como William Saroyan, Thornton Wilder, Eugène Ionesco y Bertolt Brecht. O se recuperaba a grandes dramaturgos del pasado como Fernando de Rojas, Cervantes, Lope de Vega o Calderón (Castilla, 2001a y 2001b). De todos ellos puso en escena obras con éxito, obteniendo el Premio Nacional de Teatro Universitario ya en 1959 con su puesta en escena de El momento de tu vida, de Saroyan; al año siguiente volvió a obtener el mismo galardón con La zapatera prodigiosa, de Federico García Lorca; y obtendría después el Premio Mundial de Teatro Universitario en el Festival de Nancy en 1965 con una discutida –por moderna y comprometida– versión de Fuenteovejuna montada con el Teatro Nacional Universitario.

Es menos conocida su trayectoria como director y pedagogo teatral en América, adonde marchó a trabajar cuando fue cesado como director del Teatro Nacional Universitario, paradójicamente tras haber obtenido un éxito internacional inmejorable con su Fuenteovejuna. Pero a nadie con memoria histórica sorprenden estas situaciones, ya que si algo caracteriza a los sistemas totalitarios es la arbitrariedad llevada a todos los aconteceres de la vida. No gustó a las autoridades franquistas su puesta en escena de la pieza de Lope destacando su mensaje de rebeldía popular frente a los excesos tiránicos del poder. Con frecuencia la crítica oblicua resulta tan eficaz o más que la crítica directa.

Alberto Castilla, ante la dificultad de continuar haciendo teatro en España con suficiente libertad, volvió a América en 1966, pero ahora no a los Estados Unidos, donde había sido becario Fulbrigth durante el curso 1962-1963, ampliando sus estudios de Arte Dramático en Minnesota University y siendo después profesor en Yale University en 1963, sino a Colombia, donde fue Director del Teatro Estudio y profesor en la Sección de Teatro de la Universidad Nacional de Colombia. Eran años de grandes inquietudes renovadoras y fue entonces cuando se fundó el Festival de Manizales, que él mismo capitaneó y donde se representó en 1968 Tirano Banderas, en versión de Enrique Buenaventura y dirigida por él, que aquí se estudia, ya que es un buen ejemplo para analizar lo que podían aportar directores teatrales universitarios españoles a la renovación teatral hispanoamericana y más si era haciendo visible a Valle-Inclán (Castilla, 1969).

 

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