4. TEATRO DE REPERTORIO

La línea de programación del Lliure se consolida rápidamente, consensuada por los fundadores. Sorprende la superación de viejos prejuicios entre alta y cultura popular. Por ejemplo, a continuación de Shakespeare (fig. 5) se programa una revisión de una opereta de Offenbach, poco seductora para el público “progre” de entonces. El género musical aparece con frecuencia (Mahagonny, La bella Helena (fig. 6), La flauta mágica…). La premisa fue escenificar los textos dramáticos de repertorio universal con una voluntad de re-lectura contemporánea (fig. 7). Son muchísimas las obras producidas y programadas que pueden consultarse en la web del Lliure ⁹.

Destaquemos también que desde sus primeras temporadas, el teatro acogerá en su sede la compañía de danza contemporánea de Cesc Gelabert-Lidya Azzopardi como compañía residente, y una orquesta de cámara, L’Orquestra de Cambra Teatre Lliure, dedicada exclusivamente al repertorio del siglo XX. A inicios de los 2000, la compañía de Carles Santos también adquirirá el estatuto de residente.

 

4.1. Algunas polémicas

Surgen algunas polémicas desde la fundación del Teatre Lliure, en especial sobre la poca presencia de autores catalanes contemporáneos (las quejas del dramaturgo Benet i Jornet en este sentido tuvieron un amplio eco). En aquella primera etapa, sólo Salvador Espriu formará parte de los autores seleccionados en su programación. Más tarde, este déficit se irá normalizando e incluso el propio Benet i Jornet será estrenado en el Lliure.

Pero la apuesta del Lliure se diferenciaba del resto; más que un teatro de repertorio al uso a partir de una nómina de títulos por temporada, la suya era una propuesta estética, en el sentido de alcanzar la esencia y belleza del teatro, de trabajar y crear un lenguaje de referencia a partir de los elementos básicos del teatro (actores, espacio, luz…) que permitieran a los espectadores construir con su imaginación un espacio mental en cada una de sus propuestas, rechazando aquello superfluo y tan propio del teatro comercial de repertorio de épocas anteriores. Sin duda, la aportación de Puigserver es capital para entender y concretar esa voluntad.

 

5. INTERNACIONALIZACIÓN

Desde sus inicios, el Lliure tuvo como objetivo su proyección en el teatro europeo y la programación de espectáculos afines de otros teatros de Europa. Puigserver tenía un amplio conocimiento del teatro de la Europa del Este y Pasqual, insatisfecho por la carencia de maestros locales, realizó estancias en Polonia, Francia e Italia. Justamente, su trabajo con Strehler en el Piccolo le llevará a involucrarse activamente en el proyecto Théâtre de l’Europe en 1983, impulsado por el ministro de cultura francés Jack Lang y cuyo emplazamiento sería el Théâtre Odéon de París. Además del Piccolo, formaban parte de aquella iniciativa la Schauspielhaus de Bochum, Résidenz-Theater de Munich, Dramaten de Estocolmo, National Theatre de Londres, Teatre Lliure de Barcelona, Teatro Taganka de Moscú y el Katona Josef de Budapest. Justamente, entre 1900 y 1996, Pasqual ostentará la dirección del proyecto y dirección artística del Theâtre Odéon. Esta Union des Théâtres de l’Europe permitió coproducciones y programaciones cruzadas entre sus miembros.

Actualmente, el Lliure pertenece a la red transnacional de teatros Mitos21, una propuesta derivada de la anterior que, iniciada en 2008, reúne teatros pero también instituciones docentes de diversos países europeos, y cuya sede organizativa se encuentra en Royal Danish Theatre de Copenhague. El Teatre Lliure es miembro activo de esta red desde 2012 ¹⁰.

 

6. ESPACIOS Y ETAPAS

6.1. Lliure de Gracia

La sociedad Cooperativa La Lealtad de la Villa de Gracia se fundó el 16 de abril de 1892, producto de una escisión con la Cooperativa de los Tejedores a Mano. En 1924, inauguraron el actual edificio en la calle Montseny ¹¹. En aquella nueva localización, no faltó una sala teatral en la que tuvieron lugar algunas representaciones teatrales, siendo la más señalada L’hèroe de Santiago Rusiñol en 1937, un título que el Teatre Lliure retomaría en la temporada 1982-3. El grupo amateur de la cooperativa se disolvió en 1955, y la entidad empezó a sufrir una grave crisis económica que en los años setenta era ya insostenible. Fue entonces cuando su presidente Joaquim Gubern conoció a Fabià Puigserver, quien vio rápidamente las múltiples posibilidades del edificio (fig. 8). Una vez llegado el acuerdo respecto al alquiler y remodelación del espacio, se fundó el Teatre Lliure.

La obra de reforma se materializó con la desaparición de la embocadura de teatro y se construyó un nuevo peine (para colgar focos y decorados) que atravesaba longitudinalmente la sala y permitía crear un espacio polivalente en un ámbito escénico reconvertible. Tras la inauguración de la sede de Montjuïc, el Lliure de Gracia cerró en 2003 para abrir de nuevo las puertas en 2010 tras una profunda reforma de su espacio escénico y también de su bar-restaurante.

 

6.2. La Ciutat del Teatre

El Lliure de Gracia empezaba a quedarse pequeño a mediados de los años ochenta. Empezaron a buscar un nuevo espacio en la ciudad. Fabià Puigserver realizó un primer estudio prospectivo según el cual el nuevo teatro se ubicaría en la Plaza de Toros de Las Arenas, pero esta primera idea no llegó a buen puerto. En contrapartida, el Ayuntamiento les procuró el Palau de l’ Agricultura, cuyo proyecto fue presentado en 1991, empezando las obras de inmediato. Sin embargo, Puigserver murió en julio de 1991 sin llegar a ver la nueva sede remodelada y el Lliure se sumió en una importante crisis. Pasqual asumió entonces una dirección interina para la temporada siguiente, pero resultaba incompatible con su compromiso con el Théâtre Odéon de París.

La Ciudad del Teatro contemplaba cuatro equipamientos alrededor de la plaza Margarida Xirgu, en el barrio de Poble Sec: el Mercat de les Flors, el nuevo Lliure, el nuevo Institut del Teatre y el edificio Ágora, que debía acoger hotel, restaurante, salas de conferencias y centro de información sobre artes escénicas, el único que no llegó a concretarse. Como señala Orozco en su libro:

El proyecto Ciutat del Teatre nació, como el Mercat, de la iniciativa del alcalde Pasqual Maragall y se desarrolló paralelamente a la necesidad de nuevos equipamientos para el Teatre Lliure y el Institut del Teatre. Para ello, a la Diputación se le cedieron unos terrenos situados al lado del Mercat de les Flors en 1989, decisión tomada al mismo tiempo que la propuesta del Palau de l’Agricultura para la nueva sede del Lliure, al cual se le habían rechazado diversas propuestas (entre ellas, el elaborado plan de regenerar la plaza de toros Las Arenas). La zona elegida permitía, pese a su necesidad de urbanización, posibilidades de crear un centro dedicado a las artes escénicas. Una vez escogido el espacio, el alcalde encargó la redacción del proyecto a Lluís Pasqual, quien en esos momentos también era codirector del Teatre Lliure (2007: 155).

Más tarde se añadirían al proyecto la Generalitat y los Ministerios de Fomento y de Cultura.

Tras las Olimpíadas y la internacionalización ascendente de la ciudad, Lluís Pasqual presentó públicamente el proyecto llamado Memòria de la Ciutat del Teatre en 1998. En aquel dossier se contemplaba la puesta en escena de textos clásicos en catalán y castellano, propuestas contemporáneas, danza, títeres, así como diversas proposiciones pedagógicas y de formación. La idea era poder inaugurar La Ciudad del Teatro para 2003, pero una serie de disputas y desencuentros retrasan el proyecto y Pasqual dimite. Históricamente, cabe señalar que aquella iniciativa fue una respuesta al proyecto del Teatre Nacional de Catalunya (TNC) propiciado por la Generalitat convergente. A fecha de hoy, el proyecto de la Ciutat del Teatre está inacabado ¹².

6.2.1. Etapa Homar

Lluís Homar fue nombrado nuevo director artístico del Lliure en 1992 y ejerció esta responsabilidad hasta 1998. Durante este período, el teatro entra en una especie de letargo, también por parte de las instituciones respecto a la resolución del nuevo proyecto. Sin embargo, el Lliure decide llevar a término el plan diseñado por Puigserver y, asegurándose las medidas de seguridad necesarias, estrena Roberto Zucco de Koltès en el Palau de l’Agricultura, todavía en obras. El crítico Pérez de Olaguer refleja aquel complicado momento en su crónica:

La falta de la firma que implique globalmente a las cuatro instituciones comprometidas a financiar el proyecto del nuevo teatro: Ministerio de Cultura, Ayuntamiento, Generalitat y Diputación, impide hasta el momento que empiece la construcción del nuevo Lliure, según el proyecto hecho por Fabià Puigserver y presentado públicamente el 29 de abril de 1991, poco antes de su muerte (1993: 22).

Aquel espectáculo, dirigido por Pasqual, y con un jovencísimo Eduard Fernández en el rol titular, marcó el paso decisivo del Lliure hacia su nueva y definitiva etapa.

6.2.2. Etapa Montanyès

En el año 2000 se nombra director de la Ciutat del Teatre a Joan-Maria Gual tras la dimisión de Pasqual como comisionado del proyecto y director del Teatre Lliure, una dimisión ocasionada especialmente por los desacuerdos con el consejero de cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell. Las temporadas 1998 y 1999 habían sido asumidas de forma interina por Pasqual y Graells (fig. 9). El proyecto parecía entonces enrarecido por parecer innecesario, fruto de la competencia entre el Ayuntamiento socialista y la Generalitat convergente, así como también era criticado por ciertos sectores de la profesión que creían innecesarias dos infraestructuras tan excepcionales como el TNC y el nuevo Lliure para Barcelona.

Tras esta profunda crisis, Josep Montanyès, político bragado con las administraciones públicas y hombre de teatro de largo recorrido, y vinculado al Lliure desde sus inicios, es elegido como nuevo director del Lliure. Montanyès logra llevar las negociaciones a buen puerto pero su muerte repentina en 2003 supone una nueva y grave crisis para el Teatre Lliure.

6.2.3. Etapa Rigola

En marzo de aquel mismo año, Àlex Rigola es nombrado nuevo director artístico. Perteneciente a una nueva generación, sin vínculos con el teatro independiente, y formado como actor en el Institut del Teatre, Rigola se convierte en un director escénico afín estéticamente al teatro contemporáneo germánico, alejándose de los referentes más mediterráneos de Pasqual (fig. 10). Así, creadores como Thomas Ostermaier, que es programado en diversas ocasiones, marcan este período.

El equipo de Rigola abre residencias para jóvenes creadores e impulsa la nueva dramaturgia catalana de la mano de autores como Pau Miró. También programa entre 2007 y 2011 el ciclo de escena de creación contemporánea Radical Lliures (con el intensivo Radical Weekend), que visualizó a una generación de creadores como Amaranto, Doctor Alonso, Xavi Bobés o Agrupación Señor Serrano. Pero también dio cabida a cineastas como Albert Serra o a experiencias interdisciplinares como el diálogo abierto entre el coreógrafo Josef Nadj y el pintor Miguel Barceló (fig. 11). La programación, tanto la regular como la de Radicals, tuvo también una vertiente documental a través de las publicaciones periódicas DDT (Documents de Teatre).

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