A tenor de las afirmaciones realizadas a partir del análisis comparativo de datos entre las tres tablas, se puede concluir diciendo que desde los años iniciales de la Transición política y sobre todo de la Democracia, la nueva obra de José Martín Recuerda carece de la actividad teatral normal con la que había contado hasta ese momento. Podemos observar este decaimiento del interés por su obra teatral a través de un gráfico en el cual se han seleccionado ocho intervalos que recorren conjuntamente la biografía literaria y teatral de este autor, haciendo distintas calas en sus logros más significativos como dramaturgo.

1. 1940-1947. Desde el año en que escribe su primera obra hasta el año en que escribe La llanura (que se convertirá años después en su primera obra estrenada).
2. 1948-1959. Desde el año posterior a la escritura de La llanura hasta el año en que se produce su primer estreno profesional con El teatrito de don Ramón.
3. 1960-1963. Desde el año posterior al estreno de El teatrito de don Ramón hasta uno de los estrenos más significativos a nivel de público y crítica que tuvo en su carrera: Las salvajes en Puente San Gil, dirigida por Luis Escobar.
4. 1964-1975. Desde el año posterior al estreno de Las salvajes en Puente San Gil hasta el año de inicio de la Transición política.
5. 1976-1992. Desde el año posterior a la muerte del General Franco hasta el estreno de La Trotski en la Exposición Universal de Sevilla.
6. 1993-2000. Desde el año posterior al estreno de La Trotski hasta el año del montaje de La llanura, dirigida por Helena Pimenta con el Centro Andaluz de Teatro.
7. 2001-2007. Desde el año posterior al montaje de La llanura hasta el año de la muerte del autor.
8. 2008-2013. Desde el año posterior a la muerte del autor hasta el momento actual.

Se han medido cuatro ítems muy similares a los que podíamos observar en las tablas anteriores, con la única diferencia de que se han señalado dos apartados diferentes para los montajes realizados de la obra de José Martín Recuerda: uno en el que se mide la actividad en cuanto a los montajes profesionales; y otro que mide la actividad en cuanto a los montajes de aficionados.

Me interesa destacar cómo la línea de EDICIONES está muy por encima de todas las demás. Esto nos informa de que estamos ante un autor que ha sido mucho más leído que representado. Además, podemos observar cómo mientras el resto de líneas comienzan su descenso a partir del intervalo 1976-1992, la de EDICIONES continúa sin embargo su ascenso durante el intervalo siguiente, para comenzar a caer bruscamente a partir del intervalo 2001-2007, hecho que no resulta extraño si tenemos en cuenta que es en 2007 cuando se realiza la primera edición de las obras completas de José Martín Recuerda. Podemos percatarnos igualmente de que mientras el descenso de las líneas de ESCRITURA y MONTAJES AFICIONADOS es progresivo, el de la línea referida a MONTAJES PROFESIONALES es mucho más brusco y además se detiene prácticamente al mismo tiempo que lo hace la obra literaria del autor. Hay que añadir además que tanto en el ítem MONTAJES PROFESIONALES como en el de MONTAJES AFICIONADOS he incluido la obra completa de José Martín Recuerda. Si medimos ambos ítems variando el enfoque hacia la obra dramática exclusivamente escrita a partir del año 1976, esta sería la gráfica resultante:

Es importante destacar cómo la actividad teatral en cuanto a montajes se reduce considerablemente, llegando a ser casi imperceptible durante los años de la Transición y la primera parte de la Democracia y siendo completamente inexistente a partir del año 1992. Es sintomático también observar cómo las líneas de ESCRITURA y EDICIONES están muy por encima de los montajes, siendo la de EDICIONES, además, la única que alcanza un pico máximo, mientras que todas las demás descienden de forma paulatina, como se puede apreciar que lo hace la línea de ESCRITURA, o brusca, como se puede apreciar que lo hacen las líneas referidas al montaje teatral. Los tres montajes de los que estamos hablando son, como se puede apreciar en la TABLA 1, dos de Las conversiones y uno de La Trotski. Existe una coincidencia considerable entre estrenos y montajes, que pone de manifiesto que la obra escrita por el autor a partir de 1976 no interesa desde el punto de vista escénico, aunque sí lo hace, como hemos podido apreciar en la gráfica, desde el punto de vista editorial. Este interés exclusivo por su literatura (y no por la puesta en escena de su dramaturgia) es algo que sorprende a los investigadores no solo de José Martín Recuerda, sino a todos aquellos que investigan acerca del resto de autores que componen la nómina de lo que se denominó Generación Realista: Carlos Muñiz, Lauro Olmo, Rodríguez Buded y Rodríguez Méndez. Todos ellos condenados al ostracismo del encarcelamiento filológico (Morón, 2007) desde el momento en que se inicia la Transición y, fundamentalmente, conforme transcurren los años de la Democracia hasta nuestros días.