Reseñas

Federico, en carne viva: pólvora para cohetes de belleza

…me la he leído de un tirón: Federico, en carne viva, una obra excelente;
la música de su sangre,
sin hundir en el vacío;
la hiedra de tanta vida,
el jazmín a disparo de mosqueta,
con culebrillas de fuego;
a su amor
¿perdido en paralelo?

…en efecto, tengo aún muy presente mi visita a Valderrubio,
las preferencias del autor por los textos surrealistas,
que se metían por las venas;
no lo sabía ni lo supe
mirando por los cristales;
me lo anunció Moreno Arenas;
en mi presencia nunca se habló sobre ellos
en la Promenade de Vénus
…quizás para no referirse una vez más
al bandolero del aire,
el amado Dalí;
recuerdo el comentario tan sagaz,
sin cortar trenzas,
del amigo Alfonso,
lo mucho que le fue revelado,
sin el miedo de la calle,
sin llenarse de tijeras;
del hermoso amor de Federico con Juan Ramírez de Lucas,
que además era joven, actor y rubio,
en cataratas de oro,
amenazándole el talle
con la luz de las palmeras;
se comprende que cualquiera se volviera tarumba;
tan solo entre las gentes;
al estar cerca de sus encantos
nos imaginamos la fobia de los estrechos
transplantando al aire sus macetas
en aquellos tiempos y panoramas…

…me alegra y celebro que la poesía sea consubstancial
a Federico y a nuestras vidas y obras;
y que incluso España se beneficie del precioso tiempo de Moreno Arenas
investigando la vida del escritor y mártir,
quedando pólvora para cohetes de belleza…

…celebro que con tanto éxito se haya estrenado
Federico, en carne viva en Málaga y Los Ángeles
entre el rubio trigo de la era,
los claveles, las malvarrosas y las malvalocas.