Cartas de amor… después de una paliza.
La puta de las mil noches. WhatsApp

ESCABIAS, Juana
Edición de Francisco Gutiérrez Carbajo. Madrid, Cátedra, 2018, 221 pp.

Loyola University New Orleans

Cartas de amor… después de una paliza. La puta de las mil noches.
               WhatsApp

Juana Escabias (1963) hace hincapié en la violencia de género en las tres obras publicadas por Cátedra como trilogía. Defensora valiente de la víctima, Escabias presenta una situación límite desde varias perspectivas en estas piezas teatrales. El arreglo de los dramas crea un acercamiento que hace reflexionar. La primera obra presenta información psicoanalítica, criticando la idea establecida del masoquismo femenino y promocionando la del maltrato psicológico; a la vez, muestra dos casos en particular que apoyan las teorías. En La puta de las mil noches, Escabias pone de relieve un ejemplo más escalofriante: el juego malvado del hombre que manipula a la mujer que "no tiene remedio". El público ve cómo el Cliente atrapa a la Puta, a pesar de que ella, se supone, tiene mucha experiencia con los juegos perversos de los hombres. Para terminar la trilogía, la pieza breve WhatsApp muestra cómo estos patrones de dominación empiezan cuando las víctimas son bastante jóvenes: una chica de dieciséis años cae víctima de un manipulador que le lleva unos diez años. El resultado es un tour de force de teatro comprometido.

En su extensa introducción, Francisco Gutiérrez Carbajo, gran conocedor de la trayectoria de Juana Escabias, contextualiza estos dramas dentro de la dramaturgia tanto de la propia Escabias como del teatro español y de la historia teatral occidental. El editor ofrece detalles interesantes de la vida de la dramaturga: su adolescencia durante un período caótico de la sociedad española, su carrera como periodista y sus contribuciones al mundo teatral. Dramaturga, profesora, directora y editora, Escabias siempre promociona el teatro.

Gutiérrez Carbajo hace un recorrido por las 29 piezas publicadas de la dramaturga madrileña. Esta introducción sirve de compendio imprescindible para conocer sus obras y muestra cómo “Juana Escabias se ha comprometido con los asuntos más importantes que afectan a nuestra sociedad y ha colocado la lucha contra la violencia que sufre la mujer en una de las preocupaciones esenciales de su vida” (31). Para los investigadores, será útil tener acceso a las explicaciones sobre su dramaturgia –fechas de estreno, recepción, premios, etc.– compendiadas en un estudio.

En la segunda sección de la Introducción, “La violencia contra las mujeres”, el editor coloca las tres obras dentro de la historia del problema de la violencia de género, empezando con las definiciones que han aportado las Naciones Unidas y la Unión Europea. A propósito de Cartas de amor… después de una paliza, destaca estudios psicoanalíticos sobre el problema, como los de Helene Deutsch. Gutiérrez Carbajo analiza la estructura de esta obra, en la que existe una alternancia entre formato epistolar, monólogos y diálogos. Al subrayar la historia de estas modalidades y de los temas, ubica la dramaturgia de Escabias en el contexto más universal. A la vez, discute la intertextualidad interna, o sea, los paralelismos entre esta nueva obra y otras escritas anteriormente por la dramaturga.

Cartas de amor… después de una paliza aborda el abuso psicológico desde, por lo menos, tres perspectivas. En primer lugar, se encuentran las cartas y los monólogos de Sandra, la protagonista que se entrega por completo al amor. Se sorprende hacia el final cuando le dicen que es una víctima de violencia de género, porque nunca se había considerado así. Las cartas de su marido, Elías, implican una violencia –no escenificada– sobre todo psicológica: le piden perdón y le repite, siempre, que nunca va a volver a pasar. El público tiene que imaginar las escenas que no presencia. Por otro lado, hay un paralelo incómodo entre la Mujer, quien habla en sus estudios académicos sobre el abuso que sufre Sandra, y lo que le pasa a Sandra. Además de sentirse inquieta por no avisar a la víctima, la Mujer empieza a sufrir el mismo abuso por parte de Johnny, su propio esposo. Este acercamiento, efectivamente, nos presenta en yuxtaposición el nivel racional (los estudios) y el afectivo (la realidad de Sandra y la Mujer).

Según Gutiérrez Carbajo, La puta de las mil noches presenta un aspecto legalmente fuera de la violencia de género, y por tanto de la protección para la mujer: “El asesinato de una prostituta por parte de su cliente no es considerado violencia de género” (p. 49). En la Introducción, subraya los antecedentes y paralelismos entre esta pieza y obras españolas anteriores, incluyendo dos de Escabias, Tu sangre sobre la arena y Apología del amor (reelaborada como La puta de las mil noches). Además, destaca la negación de la mirada que se encuentra en Ana Caro, dramaturga del Siglo de Oro a la que Juana Escabias ha estudiado en profundidad. Mientras en Cartas de amor… después de una paliza, se recalca la psicología de la víctima, en La puta de las mil noches, es la Puta misma quien ejerce psicoanálisis, al tratar de entender y controlar al Cliente. Con algunas referencias a Sherezade y a Las mil y una noches, el editor apunta la importancia de la modalidad narrativa en este drama. La estructura confunde la línea entre realidad y ficción: nunca se sabe si lo que cuentan el Cliente y la Puta es verdad o no. Algo importante de notar es que el final en esta edición es diferente de versiones publicadas o estrenadas antes.

La tercera y última obra de la trilogía es WhatsApp, obra estructurada alrededor de los medios sociales que usan continuamente los jóvenes. El móvil cobra protagonismo, mostrando el control que tiene sobre los adolescentes, pero enseñando también la manipulación a través del silencio. Con conversaciones conducidas por medios sociales, la Beti revela su miedo al rechazo por parte del hombre Rubén, un miedo que estorba su habilidad de celebrar su cumpleaños con sus amigas. Gutiérrez Carbajo pone de relieve el dominio completo por parte de la dramaturga de los aspectos lingüísticos de sus personajes, utilizando tanto el argot como metáforas zoomórficas y degradantes. WhatsApp es una pieza rápida, como el lenguaje de los jóvenes. La versión publicada aquí también ha sido modificada, con unos detalles y un final diferente, de publicaciones anteriores.

En fin, la agrupación de estas tres obras funciona bien para hacer hincapié en la epidemia de la violencia contra las mujeres. La edición de Francisco Gutiérrez Carbajo recoge todo el contexto literario, sociopolítico y teatral necesario para entender a Juana Escabias como dramaturga universal. La bibliografía detallada añade valor al libro para los investigadores y estudiantes del teatro español contemporáneo. Al publicar estas tres piezas en un tomo, Juana Escabias, además, logra su meta de llamar la atención del público sobre la violencia de género y animarle a la acción.