El enorme éxito de ¡Cinco minutos nada menos! motivó el homenaje en el Casino de Madrid el 11 de marzo a otro de los grandes en el campo de la música, el maestro Jacinto Guerrero (y el libretista Muñoz Román), que con esta revista habían logrado, se decía, “la cima más despejada del campo escénico en lo que se refiere a este género de moderna comedia musical, con todas sus pimpantes consecuencias”; participaron en el mismo Eduardo Marquina, Mariano Benlliure, José Francés, Francisco Serrano Anguita y el director de ABC, José Losada de la Torre, y numerosos escritores, artistas y políticos, entre ellos el ministro de Obras Públicas, Alfonso Peña, que informó “en nombre del ministro de Educación Nacional” de que al maestro Guerrero le había sido concedida la cruz de Alfonso X el Sabio. En el mes de agosto, Informaciones anunciaba el estreno de la 104 obra de quien consideraba “quizá el compositor más popular de España”: Tiene razón don Sebastián, con libro de Rafael Fernández Shaw, que iba a estrenarse en Coliseum.

Otros músicos que ocuparon páginas destacadas en la prensa fueron Manuel Quiroga, que “lleva escritas 1500 canciones” (Ojos verdes, María de la O, No me mires en el río…); Daniel Montorio, que “se halla en pleno triunfo”, autor de operetas como Una rubia peligrosa, Tabú o Las vampiresas; José Halpern, “el músico de moda”, compositor de canciones como Solo por ti y Cinco minutos nada más, y música de películas como Se vende un palacio y Lola Montes, que se hallaba en rodaje, aparte de otros éxitos escritos expresamente para Imperio Argentina o el musical Fin de semana, que iba a estrenar con éxito Celia Gámez; o el maestro Francisco Alonso, autor de varias obras centenarias como Las leandras, Las corsarias, La parranda y, sobre todo, de la triunfante Mariquita de mi corazón, que llevaba en cartelera desde 1942.

Curioso, por otra parte, resulta un suelto de La Vanguardia que anunciaba el “próximo regreso” de Manuel de Falla a España, “aunque no fija la fecha exacta”; se aseguraba que el maestro estaba trabajando intensamente y que a su regreso “estará en condiciones de estrenar una nueva producción musical”.

El periódico Informaciones publicó el 8 de abril un número extraordinario dedicado al teatro que pretendía ser un “índice del teatro nacional”. En él se recogían informaciones y noticias muy variadas sobre autores, teatros, géneros, empresarios, músicos, compañías y actores protagonistas de la escena del momento, como los que hemos venido citando hasta aquí. No faltaban en sus páginas otros profesionales de la escena, como los pintores y escenógrafos del taller de la viuda de López Muñoz, el taller de Alarma-Bartolí, en Barcelona, la labor del Sigfrido Bürmann, tal vez el mejor escenógrafo del momento, de José Redondela… También se da cabida a los talleres de vestuario, como los de Raula, casa Cornejo y Peris Hermanos. A representantes teatrales, como Antonio Prada o Adrián Izquierdo, especializado en atracciones internacionales, etc.

Por último, signifiquemos el homenaje que a finales de enero se rindió a la memoria de Felipe Lluch en el teatro Español, con el descubrimiento en el saloncillo del teatro de una lápida dedicada a “perpetuar la memoria del que fue ilustre director de aquel coliseo, Felipe Lluch Garín. El acto estuvo lleno de una emotiva sencillez, en la que palpitó vivo e inextinguible el entrañable recuerdo que en aquella casa y en cuantos amigos y personalidades asistieron a esta cordial ceremonia, dejó el querido camarada al que la muerte sorprendió prematuramente, entregado con entusiasmo fervoroso a la tarea de rehabilitar el decaído prestigio de nuestra escena”. Participaron en el homenaje Cayetano Luca de Tena, Nicolás González Ruiz y el Conde de Montarco, en nombre del Ayuntamiento. La lápida se destruiría en el incendio que sufrió el teatro municipal en 1975 y no ha sido repuesta.