La obra con mayor éxito de público, de entre las que se representan en 1942, es Doña Mariquita de mi corazón: desde su estreno (el 15 de enero de ese año) hasta su retirada del Teatro Martín (6 de julio de 1944) alcanza las 742 funciones. Se trata de una zarzuela, con libreto debido a José Muñoz Román y música de Francisco Alonso. Los periódicos contienen frecuentes referencias a esta producción yrefuerzan el carácter memorable de la misma aplaudiendo el logro de las 300 representaciones y celebrando luego la consecución de las 500. Pasan también de las 200 funciones dos revistas de Celia Gámez, Yola y Si Fausto fuera Faustina, así como la también revista Una rubia peligrosa, representada por la compañía de Comedias Musicales, con libro debido a Manuel y a Antonio Paso.

De los géneros propiamente teatrales, llega a ser también bicentenario uno de los dos estrenos de Enrique Jardiel Poncela en ese año,Los habitantes de la casa deshabitada, mientras que el otro, Es peligroso asomarse al exterior, sobrepasa las cien representaciones; ambos hallan en la prensa un amplio eco, así como su también comedia Madre (el drama padre), estrenada en diciembre del año anterior; como así mismo Una noche de primavera sin sueño y Eloísa está debajo de un almendro, títulos del autor también representados en Madrid en 1942.

Alcanzan también un éxito relevante dos de las comedias de Adolfo Torrado: de Chiruca, estrenada el año anterior, la prensa celebra ahora la ocasión de las 400 representaciones; mientras que se anuncia como un acontecimiento el estreno de La duquesa Chiruca, pieza que la compañía de Isabel Garcés mantendría en cartel hasta el año siguiente.

Gran repercusión entre la crítica obtienen sendos dramas estrenados respectivamente por Eduardo Marquina, José María Pemán y Jacinto Benavente. El primero, El estudiante endiablado, es obra centenaria en funciones y representada en el Teatro Nacional María Guerrero. El segundo, Metternich, se inscribe también en el género histórico, pero debe parte de su buena acogida a la relación (evidente o sugerida, pero convertida en rasgo de la creación de Pemán) entre el universo de la pieza y el presente político, trágicamente determinado ahora por la circunstancia bélica. Con el tercero, La honradez de la cerradura, supera Benavente el centenar de representaciones, llevadas a cabo, además, en un espacio de titularidad pública, cual es el Teatro Español.

Del teatro extranjero representado en 1942, constituye un especial éxito de público (139 representaciones) y de prensa (antes y después del estreno) el drama de John Boynton Priestley La herida del tiempo, adaptado por Luis Escobar y representado en el María Guerrero.

Del género clásico, destacan cuatro títulos programados en el Teatro Español: dos extranjeros, representados ambos más de un centenar de veces (María Estuardo, de Schiller, y La tragedia de Macbeth, en versiones realizadas por Nicolás González Ruiz); y otros dos del teatro español del Siglo de Oro (La dama duende, de éxito comparable a las anteriores; y El Burlador de Sevilla, representado, en función única y con atribución a Tirso de Molina, por el T.E.U.).