La obra de Buero es algo así como el espejo donde proyecta toda
su humanidad y toda su moral. La obra de Buero no engaña. Es absoluta y sincera
consecuencia del hombre. No se puede separar de él. En ella va reflejando sus
inquietudes sociales y metafísicas; sus casi infinitos amores por todo lo
humano; su piedad por el vicio; su impecable y feroz condena de la injusticia;
su repugnancia por el despotismo; su esperanza; su conciencia de la patética y
limitada condición del hombre, expresada a través de esa ceguera
obsesionante".
(Carlos Muñiz, "Antonio Buero Vallejo, ese hombre
comprometido", en Mariano de Paco (ed.), Estudios sobre Buero Vallejo,
Murcia, Universidad de Mrucia, 1984, pp. 16-17).